A diferencia del primer concepto de Google, el nuevo prototipo Google Self-Driving tiene un volante, pedales, además de que se ha colocado un radar más pequeño en el techo del auto. Se espera que para el próximo año el gigante de internet inicie las pruebas de desarrollo en las carreteras de Estados Unidos y Canadá para supervisar el comportamiento del auto y conducir de manera autónoma o por medio de un conductor cuando sea necesario. Hasta que eso ocurra, el vehículo se pondrá a prueba en la pista de propiedad de la empresa.
Los vehículos autónomos pueden ser conducidos por los caminos del mundo, siempre y cuando previamente se tengan un sistema de navegación correcto y actualizado. Este no sólo debe estar basado en fotografías aéreas e imágenes de satélite, sino también debe contener datos recogidos por sistemas GPS utilizados en otros vehículos, los cuales ayudan a recolectar más de 100 mil millones puntos de datos cada mes.
Los autos autónomos son más seguros
Si bien los automóviles autónomos tardarán unos años para llegar a la comercialización, Google ha dado un paso más hacia el objetivo final de estos vehículos para conducir más seguro que los seres humanos.
Después de analizar cientos de miles de kilómetros Chris Urmson, jefe del sistema de conducción autónoma de Google, llegó a la conclusión que los autos autónomos mostraron mantener una distancia más prudente con el vehículo precedente, además de que la aceleración y frenado es más suave que la realizada por un humano.
A la fecha este tipo de automóviles no se pueden mover con seguridad cuando las condiciones meteorológicas son adversas, como la nieve o la lluvia, pero esto podría cambiar en el futuro.
Es un hecho que la tecnología mejora con rapidez, y con ello no tomará mucho tiempo para que una computadora pueda conducir un vehículo de manera veloz en una autopista. Parece que los robots están llegando cada vez más rápido a nuestra vida cotidiana.