En la época victoriana las madres que deseaban que le tomaran una fotografía a sus hijos debían camuflajearse como sillas, sillones o cortinas para que los niños se estuvieran quietos y pudieran salir bien en las fotos.
Ve también:
Cómo recibir una carta de Santa por correo postal
FOTOS: Payasos, la dura tarea de hacer reír a niños sirios
Niña arremete contra las princesas de Disney en un video viral