Como parte de una campaña de publicitaria para una conocida marca de cremas para la piel, se realizó este experimento de cámara oculta.
La “víctima” fue fotografiada dentro de un aeropuerto, su imagen impresa en un periódico y proyectada en la televisión, argumentando que se trataba de alguien peligroso al que se tenía que reportar a la brevedad ante las autoridades.
Ve también
FOTOS: Malas traducciones al inglés
FOTOS: Las peores formas de retratar un embarazo