Hablar de ciudades inteligentes no implica referirse a sensores o “apps” de última generación. En América Latina, pensar en smart cities exige atender realidades como la desigualdad, el urbanismo fragmentado, la inseguridad y la fragilidad institucional.
Desde esa comprensión nació hace una década el Smart City Expo LATAM Congress, plataforma de diálogo y acción que regresó este 2025 a Puebla —su punto de origen— como un espacio urgente para repensar el desarrollo urbano.
Este evento no busca exhibir tecnologías: busca provocar discusiones relevantes entre gobiernos, empresas, academia y ciudadanía sobre cómo rediseñar nuestras ciudades para cerrar brechas, no reproducirlas.
Relevancia real: ¿para quién y para qué?
Con más de 10,000 asistentes y líderes de 20 países, el Congreso se convirtió en una mesa crítica sobre gobernanza local, donde los territorios no se pensaron como administraciones, sino como sistemas vivos en tensión constante.
Y eso nos concierne a todos. ¿Por qué? Porque todos somos parte del entorno, y el 80% de la población de América Latina vive en ciudades. Nuestras decisiones de movilidad, salud, vivienda y servicios se toman —o se omiten— en contextos urbanos. Lo que se discute aquí no es teoría futurista, sino política pública que incide en el día a día.
Para una ciudadanía cansada de promesas sin ejecución, este espacio representa una rareza: propuestas técnicas que dialogan con urgencias sociales.
La apertura: entre símbolos y responsabilidades
La ceremonia inaugural, celebrada el 11 de junio, dejó claro que el evento no sería un simulacro de innovación, sino un llamado a la transformación institucional con enfoque humano. El gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, destacó que sin coordinación local no puede haber una política nacional robusta.
Ricard Zapatero, CEO de Fira Barcelona, y Fabiola Vega, directora general del Congreso, insistieron en que los ecosistemas urbanos requieren de alianzas reales y evaluación rigurosa, no de discursos aspiracionales.
El acto fue más que un protocolo: fue la confirmación de que la cooperación multinivel está dejando de ser una consigna para convertirse en una exigencia operativa.
La intervención de Juan Manuel Santos: más allá de la retórica de innovación
La conferencia magistral del expresidente colombiano y Premio Nobel de la Paz, Juan Manuel Santos, no fue complaciente: fue diagnóstica, directa y funcional.
Santos habló de algo que pocas veces se cruza con la narrativa tecnológica: la pobreza multidimensional como núcleo del debate urbano. En su intervención, desglosó el modelo de Colombia para medir pobreza por variables como acceso a salud, educación, primera infancia y empleo.
Lo relevante no fue la exposición técnica, sino su insistencia en una verdad incómoda: “Innovar no sirve de nada si no hay continuidad institucional ni liderazgo con visión de largo plazo”.
Desde su mirada, la inteligencia urbana no empieza con software, sino con gobiernos capaces de sostener políticas públicas más allá del ciclo electoral. Una idea particularmente aguda para el contexto latinoamericano.
Contenidos clave del primer día: tecnología con propósito público
Entre las sesiones más sustanciales del día, destacaron:
▪ “Transformación digital para la prosperidad”
Con participación de especialistas de Intel, gobiernos locales y desarrolladores de IA, esta sesión abordó cómo los gemelos digitales y el IoT están modificando la lógica de interacción entre ciudadanía y gobierno. Lo central: la tecnología no debe ser cosmética, sino una herramienta de equidad.
▪ “Planeación urbana: innovación desde lo público”
Gobiernos de Tijuana, Puebla y Tuxtla Gutiérrez compartieron prácticas que usan modelos predictivos, presupuestos participativos y herramientas de visualización territorial para definir políticas basadas en evidencia, no en improvisación política.
▪ “Movilidad y espacio público”
Expertos de Colombia y México presentaron ejemplos exitosos de urbanismo táctico: rediseño de calles, intervenciones temporales y co-creación ciudadana. Aquí, el mensaje fue claro: la calle es un activo de salud, seguridad y convivencia, no solo un espacio de tránsito.
Además, compañías como Lenovo, NVIDIA, KPMG, DINA e Intel presentaron aplicaciones prácticas de IA y edge computing para mejorar la seguridad urbana, la movilidad eléctrica y la planificación con datos abiertos.
¿Qué se vivió? Un espacio de colaboración pragmática
El ambiente del primer día fue intenso, pero ordenado. A diferencia de otros foros del mismo corte, no predominó el marketing institucional, sino la búsqueda honesta de soluciones funcionales. Desde gobiernos municipales hasta actores del sector privado, se percibió una voluntad de escuchar más que impresionar.
Y eso es, por sí mismo, un valor de gran relevancia en un continente donde los eventos suelen ser escaparates y no espacios de negociación efectiva.
¿Por qué Publimetro está presente?
Desde Publimetro creemos que el valor de este tipo de encuentros no reside en su espectacularidad, sino en su capacidad de generar impacto público desde lo local.
Como medio, compartimos con este Congreso un principio fundamental: la ciudad es la interfaz más directa entre la persona y el Estado.
Por eso cubrimos este espacio no como espectadores, sino como curadores de temas que deben estar en la conversación pública:
— ¿Qué decisiones urbanas nos afectan aunque no las votemos?
— ¿Qué innovación sirve y cuál encarece sin resolver?
— ¿Qué modelo de ciudad queremos, y para quién la estamos diseñando?
Nuestra presencia responde a una convicción editorial: la transformación no será real si no se comunica con rigor y contexto.
Un primer día que exige continuidad
El regreso del Smart City Expo LATAM Congress a Puebla no fue un evento conmemorativo. Fue un punto de partida.
Desde Publimetro, no cubriremos este Congreso como un calendario de actividades, sino como una bitácora crítica sobre cómo se están pensando las ciudades en el presente para anticiparse al futuro.
La transformación urbana no se resuelve en tres días, pero empieza cuando hay voluntad, datos, actores conectados y —sobre todo— ciudadanos informados.