Desde su llegada a México en 2005, Mazda ha trascendido la línea de producción: ha construido una cultura. Bajo su ideología de centricidad humana, la marca ha apostado por poner a las personas en el centro de cada decisión. Esa visión se materializa hoy en su programa de impacto social más ambicioso: Mazda Kokoro.
Inversión estructural con impacto colectivo
Kokoro, que en japonés significa “corazón”, sintetiza la convicción de hacer empresa con propósito. Es el eje de una estrategia concreta que conecta lo operativo con lo social.
Cada vehículo nuevo vendido desde el 2 de enero de 2025 implica una aportación de $100 pesos por parte del distribuidor, que Mazda de México duplica. Lo mismo ocurre con los servicios de mantenimiento, con una fórmula de $25 pesos por cada parte.
Hasta ahora, esta mecánica ha recaudado más de 20 millones de pesos, entregados ya a las fundaciones elegidas por los 18 grupos de distribuidores de Mazda en el país. Lo que normalmente sería una transacción de rutina se convierte en una herramienta de transformación real.
Resultados que se pueden medir
El programa proyecta beneficiar a 159,954 niñas y niños en su primer año, con un alcance indirecto estimado en 639,816 familias. Lejos de centralizar las decisiones, los fondos se destinan a causas locales, elegidas por cada grupo de distribuidores, con un enfoque en salud, educación, vida digna y espacios recreativos.
El ecosistema se extiende con la participación de aliados como Interesse, Autofinanciamiento MZD, HDI Seguros, Quálitas y Atlas, quienes canalizan donativos a instituciones como el Tecnológico de Monterrey, Un Kilo de Ayuda y Dibujando un Mañana A.C.
Involucramiento más allá del capital
Mazda Kokoro también activa una red de voluntariado entre sus colaboradores y socios estratégicos. Proyectos anteriores como Santa Project, o alianzas con Juguetón y Techo México, se integran ahora bajo esta nueva estructura, dando continuidad a esfuerzos ya consolidados.
Este modelo amplía el alcance del programa y suma una dimensión clave: el compromiso personal de quienes forman parte de la marca.

Coherencia como distintivo
Para muchas personas, elegir una marca integra múltiples dimensiones más allá de la decisión técnica; se convierte en un reflejo de prioridades y principios. Mazda Kokoro trabaja de forma genuina en crear un vínculo funcional entre el consumo y la acción social, sin imponerlo.
Como expresa Miguel Barbeyto, presidente de Mazda de México:
“Quizá los 160,000 niñas y niños a los que beneficiaremos parecen pocos frente a la magnitud del reto que tenemos en este país, pero si lo piensan bien, estamos cambiando por completo el mundo de cada una de estas niñas y niños y, por supuesto, el de sus familias. Esto es Mazda Kokoro y, Mazda Kokoro, es lo mejor de Mazda”.
La transparencia es parte del modelo. Los reportes de impacto y donaciones estarán disponibles de forma semestral en el sitio web de la marca.

Kokoro, una forma de operar
Mazda traza esta estrategia como parte integral de su operación en el país. Esa diferencia —estructural y no narrativa— es lo que la vuelve relevante.
Si bien muchas marcas buscan decir lo correcto, son pocas las que eligen hacer lo necesario. Mazda es una de ellas, con esta iniciativa que pone al centro a las personas.