Hay pasiones que no se explican, se viven. Las curvas cerradas, los rugidos del motor, la velocidad que se respira con solo mirar. Para quienes entienden esa emoción, hay un lugar en el que pueden hacer una parada diferente, en el que cada detalle ha sido pensado para quienes vibran con los circuitos y celebran cada monoplaza que toma la delantera: el McDonald’s de Interlomas.
Desde que uno se aproxima, algo cambia. La fachada, el ambiente, y sí: ese monoplaza rojo, auténtico, que lleva el sello de McDonald’s y que se ha convertido en el favorito de quienes buscan una foto épica. Éste, no es un adorno —es parte de la experiencia—. Un ícono de carreras que evoca la emoción de las pistas sin necesidad de decir más.

Velocidad, sabor y una experiencia para compartir
Porque aquí, cada visita es una Pit Stop en toda forma. Y además de la ambientación envolvente que inicia desde el AutoMac hasta el interior del restaurante. En Interlomas, la velocidad se sirve con papas y la adrenalina se acompaña con una refrescante bebida.
Y sí, también está el protagonista de esta temporada: el Menú F1® la película, una edición especial que celebra el estreno cinematográfico con una propuesta irresistible para quienes disfrutan las emociones fuertes… y las buenas hamburguesas.
Pero que no te lo cuenten. Ve con tu familia o tu crew de amigos, haz una parada, baja del coche, toma tu mejor foto junto al monoplaza de McDonald’s —listo para brillar—. Entra, déjate envolver por los detalles, descubre las sorpresas que el restaurante tiene para ti y vive una experiencia que va más allá del sabor.
El McDonald’s de Interlomas se ve increíble y se vive diferente. Este menú… no está hecho para irse lento.