El tenista español Rafa Nadal conquistó el Abierto de Australia, primer ‘Grand Slam’ de la temporada, después de remontar y vencer en una histórica final al ruso Daniil Medvedev (2-6, 6-7(5), 6-4, 6-4, 7-5), una victoria que le otorga su 21 ‘grande’ y que le encumbra como el tenista masculino más grande de todos los tiempos.
Nunca había remontado una final de un ‘Grand Slam’ marchando dos sets abajo, pero el de Manacor no entiende de estadísticas, solo de lucha, de persistencia y de no darse por vencido. Por eso, no bajó los brazos cuando todo parecía perdido, cuando lo hubiese hecho cualquier otro tenista en el circuito, y dio la vuelta a su duelo ante el número dos del mundo para encaminarse de manera firme hacia el Olimpo del tenis mundial.
“Vuelvo a sentirme vivo, estoy divirtiéndome otra vez”, reconoció el de Manacor tras vencer en semifinales al italiano Matteo Berrettini. Y sobrevivir fue lo que hizo ante un casi autómata Medvedev, empeñado en devolver todas y cada una de las bolas que le enviaba el balear hasta la resurrección de este en el tercer parcial.
Una partida de ajedrez que cayó finalmente del lado del hombre con más fortaleza psicológica del circuito, al que ni la grave lesión en el pie ni todos los obstáculos que le han alejado cinco meses de las pistas hasta enero impidieron alzar su vigésimo primer título de ‘Grand Slam’, más que ningún otro tenista masculino en la historia.
Con su título ATP número 90, deshace el empate a 20 que desde enero de 2021 reinaba entre él, el suizo Roger Federer y el serbio Novak Djokovic, ganador el año pasado en Melbourne ante un Medvedev que volvió a quedarse a las puertas de la gloria en el certamen oceánico.
Así, logra su segundo Abierto de Australia (2009 y 2022) y lo une a sus 13 Roland Garros (2005, 2006, 2007, 2008, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2017, 2018, 2019 y 2020), dos Wimbledon (2008 y 2010) y cuatro US Open (2010, 2013, 2017 y 2019).