El Chelsea cumplió con las expectativas y se coronó campeón del Mundial de Clubes por primera ocasión en su historia.
En un partido bastante atractivo, los Blues se pusieron al frente en el marcador al minuto 55 con un cabezazo potente de Romelu Lukaku que demostró una vez más estar comprometido con el club tras sus polémicas declaraciones en fin de año.
Nueve minutos después, Raphael Veiga puso el empate a un gol desde los once pasos tras una mano de Thiago Silva.
El campeón de la Copa Libertadores le jugó de tú a tú a los monarcas de la Champions League que obligó a que el partido se alargara 30 minutos más.
Ya en el alargue, cuando el juego agonizaba y parecía que el título se decidiría en penales, una mano dentro del área del Palmeiras fue marcada a favor del Chelsea. Con mucha frialdad Kai Havertz definió desde los once pasos y con ello le dio al club inglés el primer título del Mundial de Clubes de su historia.
Los Blues consiguieron la revancha tras perder la final del 2012 ante el Corinthians de Brasil.