El Gran Premio de Gran Bretaña, décima cita del Mundial de Fórmula 1, llega esta semana con mucho que enseñar, si lo permite el sólido líder, el neerlandés Max Verstappen (Red Bull) y con las ganas de resurgir de un Lewis Hamilton (Mercedes), máximo ganador histórico en el circuito de Silverstone con ocho victorias y además ha ganado siete de las últimas ocho carreras disputadas ahí.
Un año después, el ‘Gran Circo’ vuelve a ser el gran bochorno del racismo, esta vez por las declaraciones que salieron a la luz de Nelson Piquet, llamando “negrito” a Hamilton. Hace un año, después de la remontada del inglés para ganar el Gran Premio, y un choque con Verstappen que le costó la carrera al de Red Bull, el de Mercedes fue atacado en el mismo tono en las redes sociales.
La tensión deportiva es otra esta campaña, ya que el neerlandés tiene una renta cómoda en lo alto de la tabla para defender el título que ganó al británico en el último suspiro. Verstappen lleva cinco victorias de las últimas seis carreras, la otra fue para su compañero Sergio Pérez, y es líder destacado con 175 puntos por los 129 del mexicano, segundo y con un ‘0′ el pasado domingo.
Por su parte Hamilton es sexto lugar general con 77 puntos y esta campaña no la ha pasado nada bien pues no ha podido ganar ninguna carrera y solo se ha subido al podio en dos ocasiones como tercer lugar.
[ ¿Crees que la ciencia mejora tu vida?Opens in new window ]
[ 5 razones para estar conectado en todo momentoOpens in new window ]
Lewis salió con la autoestima reforzada de Canadá, tercero, y que, pese a despotricar de su monoplaza, aún puede tener algo guardado para la segunda mitad del Mundial. Las flechas plateadas no se han adaptado a una F1 que empezó a innovar en el trazado inglés con el formato sprint.
La calificación al sprint y un sinfín de sanciones no impidieron que Hamilton ganara por octava vez en Silverstone, que este año volverá al programa tradicional. El siete veces campeón del mundo espera tener a su Mercedes listo para la batalla, con el aliento de cerca de 200,000 aficionados y la rabia del penoso racismo.
De Canadá salió más líder el vigente campeón hace dos semanas y en Silverstone, donde nunca ha ganado, buscará seguir la racha. La persecución a los Red Bull corre a cargo de Ferrari, pero Mercedes aún puede engancharse a la pelea. Para la Scuderia, el giro total que dio el curso ya tiene que estar asumido, mientras confían en que Charles Leclerc (126) salga del gafe de infortunios.