El locutor Vin Scully, miembro del Salón de la Fama cuya dulce voz puso la banda sonora del verano mientras entretenía e informaba a los aficionados de los Dodgers en Brooklyn y Los Ángeles durante 67 años, falleció el martes en la noche, dijo el equipo. Tenía 94 años.
Scully murió en su casa de Hidden Hills, Los Ángeles, indicaron los Dodgers, que hablaron con miembros de su familia.
“Hemos perdido un icono”, afirmó el presidente y director general del equipo, Stan Kasten, en un comunicado. “Su voz siempre será escuchada y estará grabada en nuestras mentes para siempre”.
Como el comentarista que más tiempo estuvo en un único equipo en la historia de los deportes profesionales, Scully lo vio todo y lo narró todo. Inició su carrera en la década de 1950 con Pee Wee Reese y Jackie Robinson, estuvo durante los 60 con Don Drysdale y Sandy Koufax, pasó por los 70 con Steve Garvey y Don Sutton, y por los 80 con Orel Hershiser y Fernando Valenzuela. En los años 90 los protagonistas de sus transmisiones fueron Mike Piazza y Hideo Nomo, que al inicio del siglo XXI dejaron paso a Clayton Kershaw, Manny Ramírez y Yasiel Puig.
Los Dodgers cambiaron de jugadores, de managers, de directivos, de propietarios e incluso de costa, pero Scully y su estilo calmado y sagaz fueron siempre una constante para la afición.
Abría sus transmisiones con un saludo familiar: “Hola a todos y muy buenas noches para ustedes dondequiera que estén”.
Amable tanto en persona como en vivo, Scully se consideraba un mero conducto entre el juego y los fanáticos.
Aunque eran los Dodgers quienes pagaban su salario, eso no limitaba a Scully a la hora de criticar una mala jugada o una decisión de un manager, o de elogiar a un rival, mientras hilaba historias sobre un telón de fondo de jugadas rutinarias y logros reseñables. Siempre decía que quería ver las cosas con los ojos, no con el corazón.
“Vin Scully fue una de las grandes voces del deporte. Era un hombre gigantesco, no solo como locutor sino desde el lado humanitario”, agregó Kasten. “Amaba a la gente. Amaba la vida. Amaba el beisbol y a los Dodgers. Y amaba a su familia. Sé que estaba deseando reunirse con el amor de su vida, Sandi”.
Vincent Edward Scully nació el 29 de noviembre de 1927 en el Bronx. Era hijo de un vendedor de seda que falleció a causa de una neumonía cuando tenía apenas 7 años. Su madre trasladó a la familia a Brooklyn, Scully, pelirrojo y de ojos azules, creció jugando al stickball en las calles.
Además de ser la voz de los Dodgers, Scully narró partidos de la NFL y torneos del circuito de la PGA, además de comentar 25 Series Mundiales y 12 Juegos de las Estrellas. Fue el principal locutor de beisbol de la televisora NBC entre 1983 y 1989.