El Barcelona decepcionó una vez más en la Champions League y sumó su segunda derrota consecutiva al caer ante el Inter de Milán en el duelo de la jornada 3, que se disputó en el Estadio Giuseppe Meazza.
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Simeone Inzaghi presentó un esquema con cinco mediocampistas para contrarrestar el ataque catalán y le funcionó, porque los pupilos de Xavi Hernández no fueron capaces de descifrar a los italianos. El Inter fue mejor gran parte del partido, tuvo la posesión de pelota y lució más peligroso, mientras que el Barça no tuvo juego de conjunto y sus figuras lucieron lejos de su nivel conocido.
La única anotación del juego cayó en el tiempo de compensación de la primera mitad. Hakan Çalhanoglu definió con un disparo colocado que dejó sin oportunidad a Marc-André Ter Stegen.
En el segundo tiempo el Barça intentó reaccionar más con ganas que con futbol; sin embargo, la polémica arbitral tomó por sorpresa en todos.
Al minuto 67, Pedri consiguió el empate, aunque el tanto fue anulado por el VAR debido a una mano de Ansu Fati. Después, Çalhanoglu fue perdonado por el árbitro al no mostrarle la tarjeta roja, por una dura entrada sobre Sergio Busquets.
Finalmente, en los minutos finales del partido, el silbante y el VAR decidieron no señalar una pena máxima contra el Inter, pese a que se dio una mano clara de Denzel Dumfries.
Con esta derrota, el Barcelona se queda con tres puntos en el tercer lugar del Grupo C. El Inter ya es segundo con seis unidades y el Bayer Múnich lleva paso perfecto, nueve puntos en tres juegos.
