El duelo entre Argentina y México se vivió con muchísima intensidad en el Estadio Lusail, en Qatar. Albicelestes y mexicanos buscaron desde los primeros segundos el gol que consiguió Lionel Messi, el astro argentino más grande que tiene el mundo actualmente.
Sin marca y fuera de la media luna, se encontraba “La Pulga” esperando un balón que llegó a su trabajada pierna izquierda, la recepción dirigida le permitió enfilarse al arco de Guillermo Ochoa de un solo movimiento y dejar sin posibilidad a la defensa mexicana de frenar al 10.
El disparo fuerte y pegado al pasto fueron los ingredientes que combinados, le dieron a la Argentina el tan ansiado gol que buscaron con desesperación. Por más que el portero del América se estiró no logró desviar el balón y la parcialidad celeste explotó en júbilo.
Es muy complicado jugar mano a mano contra uno de los mejores jugadores en la historia de este deporte, por más años que tenga, el argentino tiene la experiencia para llevar el partido a su antojo y como dicen por ahí: “ante el talento no hay medicina”.