La selección francesa no se equivocó durante en el juego de octavos de final ante Polonia y los venció de manera contundente 3-1, con un Giroud que rompió récords, y demostrando que está para repetir el campeonato y que su estrella joven, Kylian Mbappé, está lista para encarar los últimos encuentros.
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En el primer tiempo, a pesar de que los franceses dominaron, ambas selecciones tuvieron sus oportunidades claras de gol, por lo que fueron 45 minutos bastante movidos.
La primera gran jugada del partido llegó al minuto 28, cuando Giroud se encontró una pelota en el área pero no llegó para rematarla, lo que evitó el primero del encuentro y el grito de gol.
Pocos minutos después (37′), Polonia tuvo una triple jugada en el área, pero Hugo Lloris atajó bien un par y la otra fue salvada por los defensores en la línea, lo que puso a temblar a la afición francesa, sin embargo, nuevamente se cerró el arco.
Cerca del final del primer tiempo, llegó el gol. Fue gracias a un buen remate del delantero Olivier Giroud, quien rompió las redes al 44′, poniendo su anotación número 52 con este país y convirtiéndose en el máximo goleador de la selección francesa en toda la historia. De esta forma, acabó la mitad inicial.
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El segundo tiempo comenzó con Francia nuevamente dominando, y con una Polonia que poco a poco se iba borrando del partido, ya sin generar ninguna ocasión a la ofensiva.
Apenas iniciando la segunda parte, Giroud halló su segunda anotación, el cual fue anulado rápidamente por el abanderado y a los pocos segundos, el árbitro lo confirmaría, lo que ahogó el grito de la afición en el estadio.
No obstante, al minuto 74′, apareció el joven maravilla, Kylián Mbappé, quien desde dentro del área remató de manera potente y colocó el esférico en las redes, venciendo al guardameta polaco.
Al 90′, Mbappé volvió a aparecer para regalar uno de los grandes goles de la justa mundialista, pues colocó su disparo en el ángulo y venció a Wojciech Szczęsny nuevamente, lo que significó su doblete.
En la última jugada del encuentro, el árbitro vio una mano de los franceses en su propia área, lo que significó un penal a favor de Polonia, el cual Lewandowski remató de mala forma, mandándolo a las manos de Lloris. Sin embargo, el referí repitió porque el guardameta se adelantó. En la segunda oportunidad, Robert ahora sí marcó y redujo el marcador.
Así acabó el partido, con un 3-1 para los franceses, con récord histórico de Giroud y Mbappé y con una señal de que Francia está preparada para buscar añadir una copa del mundo más a sus vitrinas.
