El Real Madrid tuvo que recurrir a una acción individual de mucha calidad del delantero brasileño Rodrygo Goes para imponerse por 0-1 este martes en su estreno en la Copa del Rey 2022-2023 y poner fin al sueño del modesto CP Cacereño de la Segunda RFEF.
El equipo madridista no firmó un gran partido, aunque su mayor sufrimiento fue por la incertidumbre que hubo durante los 93 minutos que duró su noche, menos larga finalmente por la habilidad de Rodrygo, que desenredó un choque igualado donde no gozó de grandes ocasiones merced al buen e intenso trabajo del equipo extremeño.
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El Real Madrid se encontró con una primera noche copera muy incómoda. A la esperada intensidad que le iba a poner el conjunto local, apoyado de forma incansable y entusiasta de su público, se le unió el estado del terreno de juego del Príncipe Felipe, que le dificultó el imponer su teórica mayor calidad individual.
Carlo Ancelotti apostó para solventar este estreno en Copa por un once de bastante nivel, con titulares como Militao, Tchouameni o Rodrygo, aunque los dos primeros sólo jugaron la primera parte, jugadores necesitados de minutos como Camavinga, Ceballos y Nacho, y oportunidad para Odriozola, que debutó y se lesionó, y, sobre todo, para Hazard, pero el belga apenas apareció y volvió a enviar malas sensaciones.
Al 14 veces campeón de Europa le costó un mundo cogerle el pulso al partido, aunque supo salir airoso del fuerte ritmo que le quiso poner el CP Cacereño, al que le faltó más tino en los metros finales para dar un susto de verdad a un Lunin, que mostró seguridad y que sólo tuvo que meter los guantes a un disparo, el único de los de Julio Cobos, de David Grande.
Los madridistas tampoco tuvieron demasiado impacto ofensivo, pese a los esfuerzos, sin demasiado éxito, de Asensio y Lucas Vázquez por la banda derecha. Con Hazard sin tocar la pelota y Rodrygo bien controlado por los centrales, los visitantes tampoco dieron demasiado trabajo a Iván Moreno salvo un disparo lejano de Ceballos y un flojo cabezazo de Militao.
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Ancelotti intentó mejorar las prestaciones de los suyos con la entrada de Valverde por Tchouameni, pero la única variación del encuentro fue que se abrió antes de lo previsto en las dos direcciones. Eso debía favorecer al Real Madrid y a las conducciones de jugadores como el uruguayo, Camavinga o incluso Ceballos.
Pero no fue así. El Cacereño mantuvo su intensidad para entorpecer la salida de balón de su rival, ya fuese con su buena presión y con faltas que cortasen el ritmo, y apenas sufrió. Un potente disparo de Asensio, demasiado centrado y bien repelido por los puños de Iván Moreno, fue el poco bagaje del equipo madridista, que tampoco se llevó ningún susto en las llegadas a las inmediaciones de su área de los de Julio Cobos.
Y cuando el partido amenazaba entrar ya en su tramo decisivo con igualdad apareció la calidad individual para decantar la balanza hacia el campeón de LaLiga Santander. Rodrygo recibió cerca del área y maniobró con calidad, tanto para deshacerse de los defensa como para definir con su disparo y darle un respiro a los suyos.
Pese a la desventaja, el cansancio acumulado y los cambios afectaron a un CP Cacereño, que perdió fuelle con el 0-1, aunque tampoco fue víctima de la ‘pegada’ de un Real Madrid que no acertó a sentenciar y que mantuvo la emoción hasta el pitido final.