Artur Beterbiev se confirmó como uno de los grandes boxeadores del mundo, después de vencer por nocaut a Anthony Yarde en ocho asaltos, para retener los campeonatos de peso semicompleto de la AMB, CMB y FIB.
Beterbiev tomó la iniciativa desde los primeros instantes en el primer asalto, ante un Yarde que cortó distancias con su derecha y su velocidad.
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Las pedradas en los puños llegaron por parte del ruso, que provocó que el británico retrocediera, apenas en los primeros tres minutos.
Yarde no se asustó por el poder del campeón y mostró sus puños con rectos de izquierda y algunos upper que emocionaron a la afición en Inglaterra.
En el cuarto asalto, Beterbiev olió sangre y puso en problemas al retador. Con varias combinaciones de cinco o seis golpes, el ruso dañó al británico, quien perdió velocidad y solo intentó sobrevivir el asalto.
La clave de Beterbiev fue el contragolpe, además de sus ya conocidos puños con los que ha firmado todos sus triunfos por la vía del cloroformo.
En el quinto capítulo, Yarde todavía tuvo respuesta, con un gancho que desconcentró a Beterbiev. Además, el retador puso en práctica su boxeo para quedarse cerca de derrumbar a la torre, lo que le cambió la expresión al ruso en el intercambio de golpes.
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La pelea se volvió sangrienta, y ambos aguantaron los bombazos del rival, pero Yarde lució por momentos con mejor aguante, además de enseñar valentía al ir al frente en cada pelea.
Fue en el octavo asalto cuando la pelea terminó, cuando el triple campeón del mundo consiguió un volado en la cabeza de Yarde que lo mandó a la lona.
Tras la cuenta de protección, la esquina decidió detener la reyerta para evitar un mayor daño para el británico.
Con este triunfo, Beterbiev llegó a 19 triunfos por la vía del cloroformo, mientras que Yarde, de 38 años, terminó con una marca de 23-3.
Ahora el ruso apunta a enfrentarse a Dmitry Bivol en busca de la unificación de la división.
