El Abierto Mexicano de Tenis ha firmado grandes historias desde su debut en 1993, y aunque se ha tenido una importante participación de tenistas locales, solo dos representantes aztecas quienes han logrado levantar el torneo.
En primera ocasión, y cuando el AMT se realizaba en la Ciudad de México, fue el tenista Leonardo Lavalle quien se llevó el trofeo, en la categoría de dobles. El azteca se presentó en la primera edición del torneo, en 1993, y junto al brasileño Jaime Oncins, se llevó el triunfo en dos sets por 7-6 y 6-4, tras vencer al argentino Horacio de la Peña y al azteca Jorge Lozano.
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Pero su historia no terminó ahí, y Lavalle consiguió un nuevo título en el Abierto Mexicano. En 1995, ahora junto al argentino Javier Frana, vencieron en dos sets al alemán Marc-Kevin Goellner y al italiano Diego Nargiso por 7-5 y 6-3. En esa ocasión, los doblistas recibieron un premio de 21 mil 500 dólares.
En la rama varonil, y desde el último título de Lavalle, solo tres mexicanos han aparecido en la última instancia, pero ninguno alcanzó levantar el trofeo.
Luis Herrera (1997), David Roditi (1998) y Santiago González (2015) solo los jugadores aztecas que llegaron a la final del abierto. Cada uno llegó en la modalidad de dobles, mientras que en la rama de singles no hay un mexicano que haya disputado el título en el Puerto guerrerense.
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El AMT también cuenta con una historia en la rama femenil desde su inclusión en el año 2001, pero fue hasta la última edición cuando una mexicana se llevó el oro.
La sonorense Giuliana Olmos se sobrepuso a la derrota en 2019 en la categoría de dobles y se unió a la estadounidense Desirae Krawczyk en 2020 para vencer a la ucraniana Kateryna Bondarenkoy a la canadiense Sharon Fichman en dos sets por 6-3 y 7-6. Al igual que en la rama varonil, ninguna fémina se ha metido en la gran final.
Lamentablemente, después de esta edición y aunado a la pandemia, el torneo decidió no continuar con la realización de la rama femenil.
