La escudería escarlata de la Fórmula 1, Ferrari, reveló una llamativa decoración especial para su próxima carrera en casa, en el circuito de Monza, al optar por un inusual color amarillo.
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La razón es un emotivo tributo a la histórica victoria que los icónicos bólidos rojos lograron en las 24 Horas de Le Mans, un hito que tuvo lugar en junio pasado.
El equipo italiano se alzó con la gloria en la mítica carrera de resistencia con el Ferrari número 51, pilotado por Antonio Giovinazzi, Pier Guidi y James Calado, 58 años después de la última vez que la conquistaron el famoso circuito francés, allá por 1965.
El año anterior ya habían incorporado el color amarillo en su diseño, este año hay un motivo aún más profundo detrás de esta decisión, el nuevo diseño se reflejará tanto en los SF-23 conducidos por Carlos Sainz y Charles Leclerc como en los trajes de los dos pilotos.
Además, se especula con que tanto el piloto español como el monegasco sorprenderán a los apasionados tifosi con cascos personalizados.
La escudería, bajo la dirección de Fred Vasseur, explicó en un comunicado que la decoración del monoplaza rendirá un sentido homenaje al vehículo 499P, que triunfó en la carrera más famosa del mundo y se verá plasmado en forma de franjas amarillas en ‘V’ que recorrerán el costado del Hypercar.
Ambos coches compartirán el distintivo color rojo Le Mans, con un acabado mate en el monoplaza de Fórmula 1 y también los números 16 y 55 de los pilotos se destacarán en amarillo.
