Una plaga de chinches ha provocado una creciente alarma en Francia, donde el gobierno se ve obligado a intervenir para abordar una situación que preocupa cada vez más a la población, especialmente con los Juegos Olímpicos programados en poco más de nueve meses.
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La primera ministra, Elisabeth Borne se reunió con su equipo para buscar soluciones y el de transporte, Clement Beaune, ha tratado de calmar los temores, aunque la histeria se ha propagado en las redes sociales debido a videos que muestran a estos insectos en trenes y autobuses.
La plaga de chinches en Francia no es un fenómeno nuevo, ya que más de una de cada diez viviendas estaba infestada entre 2017 y 2022, según la Agencia Nacional de Seguridad en los Alimentos y los Medicamentos.
La infestación no está relacionada con la higiene y puede afectar a cualquier grupo social, desde los más humildes hasta los más acomodados. Las chinches se han vuelto resistentes a los insecticidas y pueden sobrevivir sin comer durante un año.
La preocupación por esta plaga se ha exacerbado por la proximidad de los Juegos Olímpicos, ya que las chinches pueden moverse fácilmente junto con las multitudes que asisten a eventos masivos, lo que ha aumentado la urgencia de abordar esta infestación antes del inicio de los juegos.
