El Puerto de Acapulco, Guerrero, es sede de numerosos eventos deportivos, teniendo al Abierto Mexicano de Tenis como uno de los más destacados; sin embargo, la ciudad quedó muy afectada por el huracán Otis.
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La Arena GNP, sede del AMT, quedó muy dañada por el fenómeno climatológico, por lo que está en riesgo de que se lleve a cabo el torneo ATP 500 del próximo año, el cual está programado se lleve a cabo del 26 de febrero al 2 de marzo.
Ante la posibilidad de que Acapulco y el estadio no estén listos para esas fechas, se debería empezar a analizar qué inmueble podría albergar el torneo de tenis más importante de México y Latinoamérica.
La primera opción sería el Complejo Panamericano de Tenis, que es sede del Abierto de Guadalajara, el cual en los últimos dos años (2022 y 2023) ha sido un certamen Masters 1000 de la WTA, por lo que ha demostrado que es capaz de recibir a grandes figuras del tenis.
Una segunda opción es el Cabo Sports Complex, donde se realiza el Abierto de los Cabos, que pertenece al ATP Tour 250. Destaca que este complejo fue estrenado en 2022, por lo que cuenta con un nuevo estadio, un gran stand y tres canchas alternas.
La sede del Abierto de Monterrey también puede ser una alternativa. El certamen se lleva a cabo en el Estadio GNP Seguros, que se encuentra dentro del Club Sonoma, de la capital de Nuevo León. Desde el 2009 recibe los torneos WTA 250.
Por último, tenemos al Estadio Paradisus de Cancún, Quintana Roo, donde actualmente se están llevando a cabo las WTA Finals, uno de los campeonatos más importantes en el tenis femenil y con el que se da cierre a la temporada.
Si bien, en México se realizan más torneos de la ATP y WTA como el Abierto de Mérida, de San Luis Potosí, Tampico y Guadalajara, pero sus instalaciones son más pequeñas por lo que no podrían albergar un certamen de la envergadura del Abierto Mexicano de Tenis.
