El regreso de la Fórmula 1 a la ciudad de Las Vegas tuvo un inicio penoso con la suspensión de la primera práctica libre y la posibilidad de que la segunda tampoco se lleve a cabo por las condiciones inseguras del circuito que ya dañaron dos vehículos y que ponen en riego a los pilotos.
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A solo ocho minutos de iniciadas las acciones en el circuito de Las Vegas, el Ferrari de Carlos Sainz se detuvo en la pista después de que su monoplaza recibió un impacto en el piso externo que provocó fuertes daños que le impidieron continuar.
Al realizar la revisión, las autoridades de la FIA, pilotos y todos los equipos se dieron cuenta de que se trató del levantamiento de una coladera que fue succionada por la alta velocidad de los vehículos que pasaron por encima, incluso Esteban Ocon de Alpine también sufrió el mismo desperfecto por estos motivos.
La FIA informó a los organizadores que además de reparar la coladera antes mencionada, deberán revisar cuidadosamente el resto del alcantarillado que se encuentre en el circuito para asegurar que no suceda en ningún otro punto la pista; así como arreglar otros desperfectos en los “pianos” con el levantamiento de sus partes.
Este es un hecho vergonzoso tanto para los representantes del máximo circuito como de los organizadores del GP de Las Vegas, quienes ya habían recibido críticas de las escuderías y pilotos por la cantidad excesiva de eventos de promoción y ahora por la situación que deja latente la posibilidad de suspender la P2 del primer día de actividades.
