El piloto mexicano Sergio Pérez enfrentó un viernes desafiante en el Gran Premio de Italia a bordo del Red Bull RB20, que se vio limitado en su tiempo en pista debido a una serie de contratiempos que marcaron la segunda práctica libre.
¿Cómo le fue a Sergio Pérez?
La sesión comenzó con un contratiempo para el tapatío, ya que su equipo decidió realizar cambios en la caja de cambios de su monoplaza, esta modificación, que podría acarrear una penalización si se trata de una unidad nueva, retrasó significativamente su salida a pista. Checo Pérez no pudo tomar el volante del RB20 hasta pasados los primeros 15 minutos de la práctica.
A pesar de este inconveniente inicial, el mexicano mostró un ritmo competitivo con los neumáticos medios en sus primeros giros; sin embargo, un incidente de Kevin Magnussen que provocó una bandera roja truncó sus planes de realizar una simulación de carrera larga.
La interrupción obligó al equipo Red Bull a ajustar su estrategia, optando por montar neumáticos blandos y simular una vuelta rápida; no obstante, los resultados no fueron los esperados, ya que el monoplaza de Checo no respondió como se esperaba con esta configuración.
Con el objetivo de recopilar más datos y evaluar el comportamiento del coche, el equipo decidió volver a los neumáticos medios en la parte final de la sesión; a pesar de los esfuerzos del mexicano, el RB20 no logró mejorar su posición, cerrando la práctica en el décimo quinto lugar.
Si bien los tiempos de Pérez fueron competitivos en comparación con los de sus principales rivales, como McLaren, Ferrari y Mercedes, el piloto mexicano y su equipo deberán analizar a fondo los datos recopilados para encontrar el mejor ajuste del coche de cara a la clasificación y la carrera.
Los problemas mecánicos y las banderas rojas marcaron un viernes de altibajos para Checo Pérez en Monza.