El futbol portugués, cuna de talentos generacionales y semillero de estrellas mundiales, vive un nuevo capítulo en su rica historia; con el inicio de la trayectoria en Selecciones de la promesa de una nueva figura.
Mientras la Selección absoluta, liderada por un ícono eterno como Cristiano Ronaldo, sigue cosechando éxitos, las categorías inferiores comienzan a forjar a los herederos del balompié lusitano.

En este contexto de renovación y esperanza, una noticia resonó con fuerza en el panorama deportivo: la convocatoria de un joven futbolista cuyo apellido evoca gloria y ambición, un nombre que ya comienza a escribir su propia historia en el deporte.
Cristiano Ronaldo Jr., primogénito de la leyenda lusa, fue convocado a la Selección para integrar el equipo Sub-15 de Portugal bajo la dirección de João Santos.
Este llamado representa su debut con la camiseta nacional y un reconocimiento a su prometedor desempeño en las filas juveniles del Al-Nassr saudita, club que también acoge a su padre.
La noticia llenó de alegría a la familia Ronaldo, con emotivos mensajes de apoyo público por parte del astro portugués y su madre, quienes no ocultaron su orgullo ante este significativo paso en la trayectoria del joven delantero.
Este hecho adquiere una dimensión especial al constatar que, por primera vez, padre e hijo defenderán los colores de su nación de manera simultánea.
Mientras Cristiano Ronaldo padre continúa su dominio con la Selección mayor, enfocado en la clasificación para la Copa del Mundo de 2026, su hijo inicia su propio camino en las categorías formativas, siguiendo una estirpe futbolística de renombre mundial.

Nacido en suelo estadounidense en 2010, Cristiano Jr. contaba con la posibilidad de representar a las selecciones de Estados Unidos o España, países que marcaron etapas importantes de su vida; sin embargo, la decisión de enfundarse la playera roja y verde de Portugal subraya su conexión con la herencia familiar y su deseo de emular los logros de su padre.
A lo largo de su joven carrera, el delantero ya pasó por las canteras de clubes de la talla del Manchester United y la Juventus, donde dejó destellos de su potencial goleador.