Los actos de violencia se volvieron hacer presentes en los estadios de la Liga MX, al reportarse un enfrentamiento entre aficionados y elementos de seguridad se desató en las tribunas del Estadio Hidalgo al término del partido de ida de los cuartos de final de la Liga MX entre Pachuca y América.
Video: Se arma la bronca en el Estadio Hidalgo
El incidente, que fue captado en varios videos que se viralizaron rápidamente en redes sociales, ocurrió en un momento de alta tensión, cuando los jugadores de ambos equipos se retiraban hacia los vestidores, después de un encuentro que terminó con un empate 0-0 en la cancha.
Aunque el partido en sí no tuvo goles, estuvo lejos de ser un encuentro carente de emociones, la rivalidad entre Pachuca y América, siempre garantiza un ambiente cargado de pasión. En esta ocasión, la tensión en el terreno de juego se extendió a las gradas, donde un sector de los aficionados protagonizó un altercado con los guardias de seguridad del estadio.
Los videos que circulan en redes sociales muestran a un grupo de personas confrontando a los elementos de seguridad, con empujones y algunos conatos de violencia física; aunque las causas exactas del altercado aún no se esclarecen por completo, se deduce que una serie de factores contribuyeron a desencadenar la trifulca.
Es posible que la frustración por el resultado del partido, sumada a algunas decisiones arbitrales que pudieron provocaron descontento entre la afición local, y hayan jugado un papel importante en el estallido de la violencia.
Además, la presencia de grupos de animación de ambos equipos en el estadio, conocidos por su fervor y en ocasiones por su comportamiento conflictivo, pudo añadir un elemento de mayor intensidad a la situación.
La seguridad del estadio se vio rebasada por momentos, y fue necesaria la intervención de más elementos para controlar la situación y evitar que el altercado se extendiera aún más.
Este incidente empañó un encuentro intenso y polémico; durante el partido, una decisión del VAR generó controversia y desató airadas protestas por parte del cuerpo técnico y los jugadores del equipo visitante.
Esta situación contribuyó a caldear aún más los ánimos entre los aficionados, creando un ambiente de gran hostilidad que finalmente desembocó en los disturbios al final del encuentro.
