En redes sociales se viralizaron unas imágenes que sorprendieron al mundo del automovilismo, donde se observa al tetracampeón de Fórmula 1, Max Verstappen, corriendo abordo de un Ferrari.
¿Por qué Verstappen corrió a bordo de un Ferrari?
Este episodio, que inicialmente se manejó con discreción, no tardó en trascender, generando una ola de expectación y comentarios entre aficionados y especialistas.

La pasión de Verstappen por la velocidad, como es bien sabido, va más allá de sus compromisos en la Fórmula 1; el piloto neerlandés dedica una parte significativa de su tiempo a su equipo GT3, que compite en el GT World Challenge (GTWC), involucrándose activamente en la puesta a punto de los vehículos.
Habitualmente, estas pruebas se llevan a cabo en circuitos privados en el sur de Europa, permitiendo al piloto trabajar en la configuración del coche sin el escrutinio público.

En esta ocasión, Verstappen optó por romper con su costumbre y unirse a las pruebas oficiales de la NLS en el legendario circuito de Nordschleife, conocido también como el “Infierno Verde”.
Este trazado, célebre por su extensión, su complejidad técnica y su peligrosidad, representa un desafío sin igual para cualquier piloto, incluso para alguien de la talla de Verstappen.
La decisión de participar en estas pruebas, y hacerlo a bordo de un Ferrari, un fabricante históricamente rival de la escudería Red Bull con la que compite en la F1, añadió un elemento de sorpresa y morbo al acontecimiento.

El Ferrari 296 GT3, una máquina de 600 caballos de potencia, fue preparado para la ocasión por el equipo Emil Frey Racing.
La participación de Verstappen en las sesiones oficiales de pruebas y configuración de la NLS, al mando de un Ferrari 296 GT3 provocó diversas especulaciones sobre sus intenciones, donde Algunos sugieren que el piloto evalúa un posible cambio de categoría en el futuro, mientras que otros creen que simplemente busca mantenerse en forma y disfrutar de la conducción en uno de los circuitos más emblemáticos del mundo.