El mundo del tenis y el Vaticano vivieron un encuentro especial cuando el tenista italiano Jannik Sinner, número uno del mundo, visitó al Papa Leo XIV.
La reunión, que tuvo lugar en un día de descanso de Sinner en el Abierto de Italia, combinó la pasión por el deporte con un ambiente de cordialidad y humor.
¿Qué le regaló Sinner al papa León XIV?
El sumo pontífice, conocido por ser un entusiasta del tenis, recibió a Sinner en el Vaticano; durante el encuentro, Jannik obsequió al papa una de sus raquetas, y el padre correspondió al gesto con una sonrisa.
El tenista incluso propuso jugar un breve peloteo, pero el papa, señalando los objetos antiguos que les rodeaban, bromeó diciendo que era mejor evitarlo.
La visita se produjo en un momento significativo para Sinner, quien está compitiendo en el Abierto de Italia tras un período de inactividad, el tenista, que regresó a las canchas después de una suspensión de tres meses por un caso de dopaje que se dictaminó fue una contaminación accidental, se prepara para disputar los cuartos de final del torneo.
Además de las raquetas, Sinner y el papa intercambiaron algunas palabras sobre el torneo y el tenis en general, León XIV mostró su conocimiento del deporte, preguntó a Sinner sobre su desempeño en el Abierto de Italia.
Sinner, por su parte, expresó su honor por conocer al pontífice y destacó la importancia de que figuras como el papa apoyen el deporte.
La reunión también contó con la presencia de Angelo Binaghi, presidente de la Federación Italiana de Tenis y Padel, quien obsequió al papa una tarjeta de miembro honorario de la federación.
La visita de Sinner al Vaticano no solo representó un encuentro entre el deporte y la religión, sino también un momento de reconocimiento al talento del tenista italiano y su impacto en el mundo del deporte.