El Gran Premio de Emilia Romagna 2025 fue testigo de una sesión de clasificación llena de incidentes, siendo uno de los más destacados el accidente de Franco Colapinto.
El piloto argentino, al volante de su Alpine, sufrió un fuerte impacto que no solo puso fin a su sesión de clasificación, sino que también generó preocupación por su estado físico.
El incidente ocurrió durante la Q1, la primera parte de la sesión de clasificación, donde los pilotos buscan marcar un tiempo que les permita avanzar a las siguientes rondas.
Colapinto, en su intento por mejorar su tiempo y asegurar un lugar en la Q2, se encontró con el límite de la pista en la curva Tamburello; esta curva, una de las más icónicas y rápidas del circuito de Imola, exige una gran precisión y control por parte de los pilotos.
En el momento del accidente, Colapinto estaba empujando al máximo, buscando extraer cada milésima de segundo de su monoplaza; al salir de la curva Tamburello, el piloto perdió el control de la parte trasera del coche, lo que provocó un trompo incontrolable.
El Alpine se deslizó por la pista y terminó impactando violentamente contra las barreras de protección. El impacto fue significativo, y las imágenes de televisión mostraron el coche de Colapinto con daños visibles.
Inmediatamente, la bandera roja ondeó en la pista, deteniendo la sesión de clasificación para permitir que los servicios de emergencia atendieran al piloto y retiraran el coche dañado.
Afortunadamente, Colapinto pudo salir del coche por sus propios medios, lo que alivió en gran medida la preocupación inicial; sin embargo, como es protocolo en estos casos, fue trasladado al centro médico del circuito para una revisión exhaustiva.
Los exámenes médicos confirmaron que el piloto no sufrió lesiones de gravedad, aunque el incidente lo dejó visiblemente afectado.
El accidente de Colapinto no solo afectó su propia sesión de clasificación, sino que también tuvo repercusiones en el desarrollo de la misma para otros pilotos.
La bandera roja interrumpió el ritmo de la sesión, obligando a los demás competidores a regresar a boxes y esperar a que se reanudara la actividad en pista.
Colapinto también fue objeto de otra investigación por parte de los comisarios de la FIA, se determinó que el equipo Alpine lo liberó del pit lane antes de que se diera la señal oficial de reinicio de la sesión tras la primera bandera roja causada por el accidente de Tsunoda, lo que resultó en una penalización de una posición en la parrilla de salida.
El fin de semana en Imola representó un desafío para Colapinto, quien, a pesar de su velocidad, se vio envuelto en incidentes que afectaron su desempeño. El equipo Alpine enfrentó la tarea de reparar el coche dañado para la carrera.
