Un escándalo sacude al deporte paralímpico, revelando una historia de engaño que indignó a la comunidad deportiva mundial.
¿Qué atleta se hizo pasar por ciega para ganar medalla dorada?
La judoca azerbaiyana Shahana Hajiyeva, que se alzó con la medalla de oro en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, fue vetada de por vida de toda competición tras confirmarse que no posee las limitaciones visuales requeridas para su categoría.

El judo paralímpico exige una condición fundamental para sus atletas: la ceguera o una discapacidad visual significativa.
Es una disciplina que demanda una adaptación física y mental extraordinaria, donde la ausencia de visión agudiza otros sentidos y eleva el nivel de esfuerzo; sin embargo, se descubrió que Hajiyeva tuvo en esta normativa una oportunidad para obtener una ventaja desleal.
Su victoria en Tokio, donde fue aclamada como la mejor en su categoría, y su participación en los Juegos de París 2024, que en su momento llenaron de orgullo a Azerbaiyán y conmovieron al mundo, ahora se desmoronan bajo el peso del escandaloso descubrimiento.
La farsa comenzó a desvelarse durante el Campeonato Mundial de Judo, disputado en Kazajistán del 13 al 15 de mayo; donde Hajiyeva se sometió a un examen médico rutinario, previo a la competición, que resultó ser el punto de inflexión de su carrera.
La Comisión Médica Internacional, el organismo encargado de la clasificación visual de los judocas paralímpicos, determinó de manera concluyente que la deportista de 24 años posee una visión normal, incompatible con los requisitos de su categoría.
La situación se agrava al considerar los recientes cambios en las categorías de clasificación. Lo que antes se dividía en B1, B2 y B3, ahora se simplificó a J1 y J2, reduciendo el número de participantes y, consecuentemente, excluyendo algunas discapacidades oculares menores.

Aunque en París la nueva normativa ya estaba en vigor y la azerbaiyana compitió en J2 sin aparentes inconvenientes, la sospecha crece en torno a la legalidad de su presencia en la capital francesa, dado que una nueva revisión médica confirmó su incumplimiento de los requisitos.
Shahana Hajiyeva acudió a Astaná con la intención de competir, pero salió con una sentencia definitiva: vetada de por vida del circuito paralímpico.