El SSC Napoli hizo historia una vez más, al coronarse campeón de la Serie A italiana por cuarta ocasión, y provocar una fiesta incontrolable en las calles de Nápoles y en el mítico Estadio Diego Armando Maradona.
Un triunfo por 2-0 ante el Cagliari Calcio en la última jornada de campeonato fue suficiente para amarrar el tan ansiado título, y dejar sin opciones al Inter de Milán, que, a pesar de su victoria por 0-2 ante el Como 1907, no pudo alcanzar la gloria.
La jornada decisiva estuvo cargada de tensión y emociones¡; aunque el Inter de Milán se adelantó momentáneamente en el Estadio Giuseppe Sinigaglia con un cabezazo de Stefan de Vrij al minuto 20, el Nápoles mantuvo la calma y la determinación en su feudo. La paciencia y el buen juego de los partenopeos dieron sus frutos poco antes del descanso, cuando el mediapunta escocés Scott McTominay desató la locura con una hermosa volea.
La jugada, que se gestó tras un balón largo que llegó a Matteo Politano por la banda derecha, quien centró al punto de penalti, vio a McTominay definir con maestría a pesar de ser agarrado por Gabriele Zappa.
El segundo tiempo trajo la confirmación del dominio napolitano; apenas iniciada la segunda mitad, el delantero belga Romelu Lukaku sentenció el partido con el 2-0, en una acción característica de su potencia y definición. Tras un pelotazo largo, Lukaku ganó el forcejeo a Yerry Mina y Michel Adopo, pisando el área rival para batir al portero con un fuerte zurdazo raso.
Poco importó que, al mismo tiempo, Joaquín Correa marcara el 0-2 para el Inter; la afición napolitana ya celebraba su éxito.
La obtención de este cuarto ‘Scudetto’ es un hito para el Napoli, que superó años de desafíos y ha sabido reinventarse. Atrás quedaron los subcampeonatos, las crisis relacionadas con la camorra y el desahucio económico tras el adiós traumático de Diego Maradona.
El inmueble vibró con la pasión de una afición que esperó este momento con entusiasmo, celebrando un título que reafirma la grandeza del Napoli en el futbol italiano.