El polvo de ladrillo de Roland Garros fue testigo de una jornada electrizante, donde la élite del tenis mundial desplegó su mejor juego en busca de la gloria en el segundo Grand Slam de la temporada.
Con la fase de cuartos de final ya definida, la expectación crece ante las semifinales, que prometen duelos de alto voltaje, especialmente con las actuaciones estelares del español Carlos Alcaraz
Carlos Alcaraz: La sinfonía perfecta en la arcilla parisina
La joven sensación del tenis español y actual número dos del mundo, disipó cualquier atisbo de duda sobre su forma en Roland Garros con una exhibición magistral en los cuartos de final.
Su enfrentamiento contra el estadounidense Tommy Paul se convirtió en una declaración de intenciones, un partido que rozó la perfección y que lo catapultó a las semifinales con un contundente 6-0, 6-1, 6-4 en apenas una hora y 36 minutos de juego.
El murciano, que no había dejado las mejores sensaciones en sus encuentros previos, donde cedió sets ante rivales como Damir Dzumhur y Ben Shelton, encontró su ritmo y su tenis más brillante justo en el momento más crucial.
Desde el primer punto, Alcaraz impuso un dominio absoluto, desplegando un tenis agresivo, variado y con una precisión quirúrgica que desarmó por completo a Paul. El primer set fue un vendaval, un 6-0 que reflejó una superioridad abrumadora, con 14 golpes ganadores y tan solo siete errores no forzados, cifras que hablan de una efectividad.
La jornada nocturna, que en ocasiones ha sido motivo de queja para algunos jugadores por la pesadez de la bola, no pareció afectar en lo más mínimo al español.
Su capacidad para mantener la intensidad y el nivel en la segunda manga fue notable; aunque Paul logró sumar su primer juego en el partido, la respuesta de Alcaraz fue implacable, encadenando cinco juegos consecutivos para adjudicarse el segundo parcial por 6-1. En menos de una hora, el marcador ya reflejaba un 2-0 a favor del español, dejando claro que el “mejor Carlos Alcaraz” había llegado a París.
El tercer set, aunque ligeramente más equilibrado, no alteró el destino del partido. Paul, con una encomiable resistencia, logró mantener su servicio y hasta tomar una mínima ventaja inicial; sin embargo, la consistencia y la potencia de Alcaraz fueron inquebrantables. El español consiguió su sexta rotura de servicio en el noveno juego y, con su saque, selló el encuentro con un 6-4, asegurando su pase a la semifinal.
Este triunfo marca su undécima victoria consecutiva en tierra batida, una superficie donde no conoce la derrota desde la final del Conde de Godó; además, es su tercera semifinal consecutiva en Roland Garros y la séptima en su prometedora carrera en Grand Slams.
En la antesala de la final, Alcaraz se medirá al italiano Lorenzo Musetti, quien superó al estadounidense Frances Tiafoe en cuatro sets.
