A exactamente 365 días de la inauguración de la Copa de Mundo de Futbol 2026, la Ciudad de México vivió un momento simbólico al develar un reloj de cuenta regresiva para rumbo a la justa internacional.
La jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, encabezó la ceremonia, que contó con la presencia de autoridades locales y representantes de aliados estratégicos, destacando el evento como manifestación del compromiso capitalino para transformar la metrópoli en una sede de talla mundial.
El reloj, ubicado en Reforma, a la altura del metro Auditorio Nacional, marca los días, horas, minutos y segundos restantes hasta el silbatazo inicial, programado para el 11 de junio de 2026.
Además de recordar la cercanía del torneo, el órgano electrónico simboliza las expectativas deportivas, turísticas, económicas y sociales que representa este acontecimiento.
La jefa de gobierno recordó que México hará historia al ser el primero en tener tres inauguraciones de copas mundialistas y también se celebrarán 700 años de la existencia de la CDMX.
Acompañada del campeón del Mundo con Italia, Alessandro del Piero, resaltó que el color oficial designado por FIFA para México será el verde y agregó que la CDMX se transformará en una gran sede.

Durante el evento, Brugada enfatizó que el Mundial no será solo un espectáculo futbolístico, sino un catalizador de mejoras urbanas permanentes: “Obras para siempre”, designación con la que se refirió a las intervenciones en vialidades, transporte, cultura, seguridad y servicios, cuyos beneficios se proyectan más allá de julio de 2026.
En la ceremonia, Brugada hizo un llamado a la sociedad para que el Mundial sea un evento de “juego limpio”, sin homofobia, racismo, clasismo ni xenofobia. Lo definió también como una oportunidad para demostrar que la CDMX es una ciudad feminista, cosmopolita, vibrante y fraterna, además de subrayar que recibir el Mundial por tercera ocasión le otorga una responsabilidad histórica como “la sede más esplendorosa”.
Además del reloj, la mandataria detalló algunas de las principales acciones en marcha como parte del proyecto “Ciudad Mundialista”: remodelación integral del entorno del Estadio Ciudad de México, construcción de una nueva ruta de trolebús, ampliación del Tren Ligero “El Ajolote”, rehabilitación de CETRAM y ciclovías, así como intervenciones en zonas urbanas vulnerables para garantizar servicios básicos como agua y drenaje.
El impulso a la cultura y el deporte también está presente: se presentaron iniciativas como exposiciones tematizadas (“El Juego Eterno”, “Mis Mundiales”, “Épica”) y la edificación de la “Utopía futbolera”, un espacio urbano que permitirá a los habitantes vivir la pasión del torneo sin necesidad de estar dentro del estadio.
Con el reloj marcando el conteo final, la Ciudad de México envía un mensaje claro: no solo se alista para albergar cinco partidos, incluyendo el inaugural del Mundial 2026, sino que acelera un plan para modernizar su infraestructura y enriquecer su vida cultural y social, con visión de legado duradero.