A 365 días del silbatazo inicial, México se prepara para coorganizar la Copa Mundial de la FIFA 2026, un evento de magnitud sin precedentes que compartirá con Estados Unidos y Canadá.
Esta será la tercera vez que México albergue la máxima justa futbolística (tras 1970 y 1986), un privilegio que ningún país ostenta y que confiere una responsabilidad enorme; la experiencia previa es un activo invaluable, pero la magnitud y complejidad del 2026 demandan una preparación sin precedentes.
Organización y logística: Un desafío trinacional
La logística para el Mundial 2026 es un esfuerzo monumental de coordinación en gore las tres naciones. La colaboración entre los comités organizadores de México, Estados Unidos y Canadá es constante. Esto implica armonizar reglamentaciones de viaje, seguridad, aduanas, transporte y comunicación entre tres países con sistemas y culturas distintas.
En el ámbito mexicano, la organización recae en el Comité Organizador Local, en estrecha colaboración con la Federación Mexicana de Futbol (FMF) y las autoridades gubernamentales de los tres estados y sus capitales anfitrionas. Un punto clave de la estrategia mexicana es la minimización de la inversión pública directa en infraestructura nueva, aprovechando la infraestructura existente y fomentando la participación del sector privado.
Las remodelaciones de estadios y mejoras urbanas se plantean no como gastos exclusivos del Mundial, sino como inversiones a largo plazo para el desarrollo de las ciudades, lo que busca garantizar un legado sostenible y evitar “elefantes blancos” o endeudamiento excesivo.
La movilidad será un pilar fundamental. Se están afinando planes para facilitar el tránsito de millones de aficionados, equipos y personal. Esto incluye la modernización de aeropuertos, la optimización de rutas terrestres y la mejora de sistemas de transporte público en las ciudades sede. La seguridad, tanto dentro como fuera de los estadios, es una prioridad máxima, con la implementación de protocolos avanzados y la coordinación entre fuerzas federales y locales.
Derrama económica y expectativas de turismo
El Mundial 2026 se perfila como un motor económico gigante para México. Se estima que la derrama económica total, incluyendo turismo, inversión en infraestructura, creación de empleo y consumo, podría alcanzar alrededor de 60 de miles de millones de dólares. El turismo será el sector más beneficiado, desde hoteles y restaurantes hasta pequeños comercios y operadores turísticos; de acuerdo con los cálculos de las autoridades, se estima la llegada de 5.5 millones de visitantes.
El Veto migratorio de Trump: Una Sombra en el horizonte
Un factor externo, pero con potencial impacto, es la política migratoria de Estados Unidos. Aunque la organización de la Copa Mundial recae en los tres países, las declaraciones o la reimposición de restricciones de viaje por parte de la administración estadounidense impuesta por su presidente Donald Trump, genera un escenario complejo.
La orden ejecutiva que de acuerdo a las autoridades estadounidenses busca reforzar la seguridad nacional, su aplicación podría tener un impacto directo en miles de aficionados que quieran viajar a apoyar a sus Selecciones. supuestamente reimpondría o establecería restricciones de entrada a ciudadanos de 12 países, incluyendo Afganistán, Chad, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Myanmar, Somalia, Sudán y Yemen. Además, impondría limitaciones adicionales, aunque no prohibiciones absolutas, a ciudadanos de otros siete países: Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela.
La principal preocupación radica en los aficionados de los países incluidos en estas listas; a diferencia de los atletas, entrenadores, personal de apoyo y sus familiares directos, que se espera que sí tengan excepciones para ingresar a Estados Unidos con motivo de eventos deportivos internacionales como el Mundial y los Juegos Olímpicos de 2028, los aficionados no estarían contemplados dentro de estas exenciones.
La principal preocupación radica en los aficionados de los países incluidos en estas listas; a diferencia de los atletas, entrenadores, personal de apoyo y sus familiares directos, que se espera que sí tengan excepciones para ingresar a Estados Unidos con motivo de eventos deportivos internacionales como el Mundial y los Juegos Olímpicos de 2028, los aficionados no estarían contemplados dentro de estas exenciones.
Un legado duradero
Más allá de los 104 partidos y los millones de dólares, el Mundial 2026 es una oportunidad para que México consolide su infraestructura, impulse su economía y fortalezca su imagen global. Es un proyecto de nación que busca dejar un legado de desarrollo, orgullo y unidad. A un año de la cita, el compromiso es claro: México trabaja para estar listo para mostrar al mundo no solo su pasión por el futbol, sino también su capacidad de organización y su calidez para recibir a millones de visitantes en una fiesta global sin precedentes.
