El pitazo inicial del Mundial de Clubes de la FIFA 2025 está a punto de sonar, con el partido inaugural entre el Inter Miami y el Al Ahly programado para este sábado; sin embargo, la euforia futbolística se encuentra con un contexto de controversia social y política.
La presencia de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP por sus siglas en inglés) en la vigilancia del torneo provocó un debate considerable, avivado por las actuales políticas migratorias del presidente Donald Trump y las protestas que se desarrollan en varias ciudades.

La CBP, a través de un comunicado, afirmó que su participación es una práctica habitual en eventos deportivos de gran magnitud, como el Super Bowl.
“La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. se compromete a colaborar con nuestros socios locales y federales para garantizar que la Copa Mundial de Clubes de la FIFA sea segura para todos los participantes, como hacemos con todos los grandes eventos deportivos, incluido el Super Bowl. Nuestra misión sigue siendo la misma”, declaró el organismo.
No obstante, la agencia había eliminado previamente una publicación en redes sociales donde se mencionaba que sus agentes estarían “trajeados y con botas” para la ronda inaugural, un detalle que no pasó desapercibido.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, abordó las preguntas sobre la Patrulla Fronteriza durante un evento promocional para el partido inaugural en el Hard Rock Stadium de Miami Gardens, Florida: “No, no me preocupa nada, en el sentido de que ya estamos atentos a cualquier cuestión de seguridad”.

El inicio del Mundial de Clubes coincide con un clima de protestas en diversas ciudades de Estados Unidos, dirigidas contra las acciones de los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés).
Esta situación añade una capa de complejidad al ambiente del torneo, que busca celebrar el futbol global, pero no puede aislarse de la realidad social del país anfitrión.