Para nadie es un secreto que la Copa Mundial de la FIFA de futbol se ha posicionado en la lista de los trofeos más importantes del deporte. Esto se debe en gran medida a su rica historia, al prestigio que representa levantarla y a la particularidad de realizarse cada cuatro años, lo que la vuelve aún más codiciada para jugadores, selecciones y aficionados por igual.
Otros tonos de la FIFA para sus campeones
Es por ello que, en busca de seguir expandiendo su gloria y misticismo, el máximo organismo del balompié decidió implementar otros galardones hermanos a la prestigiosa corona internacional. De esta manera, se ha dado paso a torneos como el Mundial Sub 20, el Mundial Sub 17, la Copa Mundial Femenina, e incluso la Copa Mundial de Clubes. Cada uno de ellos con el objetivo de brindar a diferentes categorías la posibilidad de disputar su propio máximo trofeo bajo el sello FIFA.
Estos torneos son vistos por la FIFA como una plataforma ideal para que figuras emergentes obtengan experiencia en una competencia de alto calibre, además de permitirles enfrentarse con otros grandes talentos en ascenso. También representan una ventana para ampliar el alcance del futbol hacia nuevos mercados, impulsando la pasión en regiones donde este deporte continúa en crecimiento.

La Selección Nacional de México ha sido un participante constante en estos certámenes, logrando momentos históricos. Sus mayores triunfos se encuentran en la categoría Sub 17, con dos campeonatos mundiales: el primero en Perú 2005 y el segundo en casa, en México 2011. Ambos títulos han sido considerados entre los logros más importantes del país, solo detrás de la medalla de oro olímpica en Londres 2012 y la conquista de la Copa Confederaciones en 1999.
“Las Copas Mundiales Sub-17 y Sub-20 de la FIFA y sus equivalentes femeninos tienen una bien ganada reputación por ayudar a formar superestrellas crecientes”, explica la FIFA.





