A menos de un año para que el balón comience a rodar, la preparación de la Copa Mundial de la FIFA 2026 en México se intensifica, pero no sin enfrentar desafíos singulares.
Gabriela Cuevas, la representante del gobierno de México para este evento sin precedentes, compartió en entrevista exclusiva para Publimetro la visión detrás de la que promete ser la justa mundialista más ambiciosa de la historia.
Con un formato inédito con tres naciones anfitrionas, la movilidad transfronteriza y las políticas migratorias emergen como puntos clave en la agenda, un aspecto que Cuevas abordó con pragmatismo y un enfoque estratégico para México.

“Sin duda muy emocionada”, confiesa Gabriela Cuevas, cuya experiencia en gestiones de alto nivel es crucial para este proyecto. “Sabemos que todavía hay mucho trabajo por hacer. Queremos un Mundial que sea inolvidable, cercano a la gente.”
México hará historia al ser el único país en el mundo en albergar por tercera ocasión una Copa Mundial de futbol, con 13 partidos y la ceremonia inaugural, lo que conlleva una “enorme responsabilidad” no solo deportiva, sino logística y diplomática.
El desafío migratorio: Una oportunidad para México
Uno de los puntos más sensibles y debatidos en la antesala de este Mundial tripartita es precisamente la movilidad de los aficionados y participantes entre los países anfitriones, especialmente a la luz de las políticas migratorias de Estados Unidos.
Gabriela Cuevas explicó; “Cada país tiene sus plenas atribuciones, soberanía para tomar las decisiones migratorias conforme lo considere y en este sentido, pues también será el trabajo que cada país desarrolle con la propia FIFA”.
La representante hizo referencia al precedente del próximo Mundial de Clubes, donde EE. UU. incorporó salvedades en sus decretos migratorios para permitir el acceso de deportistas y entrenadores de ciertos países.
Esto sugiere que “habrá que revisar a qué acuerdo llega FIFA con los EE. UU. rumbo al Mundial del próximo año”, indicando que las negociaciones y coordinaciones son un proceso dinámico.
Cuevas identificó en esta situación una ventana de oportunidad estratégica para México: “Lo que sí ha sucedido en estos meses y de lo que México podría beneficiarse son, por ejemplo, los datos de disminución en el turismo en los EE. UU. que se publicaron de enero a marzo. En ese periodo, el turismo hacia los EE. UU. disminuyó en 12%”, reveló.
Para ella, esta tendencia ofrece un claro llamado a la acción: “es momento que nuestro país pueda generar amistad, diálogo, cooperación con los gobiernos” y promover activamente su vasta oferta turística ante audiencias que, quizás, reconsideren destinos frente a la percepción de restricciones.

La maquinaria de un Mundial de legado
La magnitud de un evento impecable exige una sincronía entre diversas esferas. Gabriela Cuevas detalló la labor de coordinación que se extiende desde el gobierno federal hasta los estadios, los comités de las ciudades sede, y sus respectivos gobiernos estatales y municipales.
El objetivo trasciende lo puramente deportivo: “lograr que los beneficios de este mundial lleguen a las 32 entidades de la República” es una prioridad estratégica.
“Esto trae un eje de mucho trabajo y esperamos también de muchos resultados, de mucha convocatoria”, explicó la representante, al destacar el esfuerzo por ampliar la oferta turística y cultural.
Se busca crear “más rutas turísticas” y un programa cultural robusto para que los millones de visitantes internacionales no solo asistan a los encuentros, sino que “se queden en México, se queden a disfrutar México, a conocer nuestra historia, nuestra identidad, nuestra cocina, nuestra gente”. La infraestructura de transporte, coordinando con grupos aeroportuarios y carreteros, se concibe como “la columna vertebral” del evento, para garantizar la “mejor experiencia de México” desde la llegada de los visitantes.
La emoción ya se siente con la develación de los relojes de cuenta regresiva en las sedes; estas activaciones, coordinadas con FIFA, son el inicio de “cada vez más actividades” para “vivir, sentir y disfrutar” la Copa.
Gabriela Cuevas aseguró que los tres estadios están realizando “muy buenos trabajos de remodelación” y que la coordinación en movilidad y seguridad con los gobiernos locales avanza eficazmente.
Finalmente, el Mundial 2026 también será una poderosa plataforma para un mensaje de inclusión sin precedentes.
Coincidiendo con la investidura de la primera presidenta de México, el país enviará una señal al mundo: “Hay un mensaje muy potente que nuestra presidenta ha dicho en muchas ocasiones, y es que en México es tiempo de mujer“, enfatizó Cuevas.
“Tenemos a nuestra primera presidenta, que está dando resultados, una presidenta que es al mismo tiempo inteligente, pero cercana al pueblo, profundamente comprometida con lograr los goles que se establecen en el Plan México.” Este contexto único permitirá a México ser un “punto de promoción, de proyección, de ejemplo, de inclusión” en un mundo donde “la discriminación, la polarización, incluso la exclusión, a veces pareciera que van ganando terreno”.
México se prepara no solo para un magno evento deportivo y un desafío logístico transnacional, sino para una celebración global.