El Lumen Field fue testigo de una de las remontadas más dolorosas en lo que va del Mundial de Clubes, y los aficionados de los Urawa Red Diamonds vivieron en carne propia la brutalidad del futbol en sus últimos minutos.
¿Cuánto quedó Inter vs. Urawa en el Mundial de Clubes?
Lo que inició como un sueño de gloria, con su equipo ganando 1-0 desde el minuto 11, se transformó en una pesadilla con la remontada agónica del Inter de Milán, que los eliminó del torneo.
La afición japonesa, conocida por su pasión, colorido y aliento incondicional, estalló en júbilo cuando Ryoma Watanabe adelantó a los Reds al minuto 11.
Con el paso de los minutos, la esperanza de una victoria histórica contra un gigante europeo crecía en las gradas, cada despeje, atajada, minuto que transcurría, acercaba a los seguidores a una hazaña que resonaría en el futbol asiático; sin embargo, el destino tenía preparado un giro cruel.
Cuando Lautaro Martínez empató el partido para el Inter al minuto 78, la euforia se tornó en nerviosismo, la confianza en una mezcla de miedo y aprensión; sabían que el reloj apretaba, pero el empate aún dejaba abierta la posibilidad de un punto valioso.
Pero el golpe final llegó en el tiempo añadido; al minuto 92, el joven argentino Valentín Carboni se convirtió en el verdugo de las esperanzas de Urawa, marcando el gol que selló la remontada del Inter 2-1 y, con ello, la eliminación de los Red Diamonds del prestigioso torneo.
Las imágenes desde el estadio mostraron el contraste más desgarrador del futbol: mientras el banquillo y los jugadores del Inter celebraban con euforia desbordada, las cámaras se giraban hacia los rostros de los aficionados de Urawa.
Lágrimas de incredulidad, miradas perdidas, manos en la cabeza y un silencio sepulcral que contrastaba con el estruendo inicial, la desilusión era total, palpable, reflejando el dolor de ver un triunfo escaparse en los últimos instantes de un partido tan trascendental.
Para los seguidores de Urawa, esta derrota no es solo una eliminación, sino el amargo recuerdo de un partido que tuvieron en sus manos y que se les fue de forma cruel, dejando una herida profunda en su camino por el Mundial de Clubes.