El sorteo del Mundial de Clubes deparó un cruce con un sabor especial para el futbol mexicano, Niko Kovac, el estratega croata que actualmente dirige al Borussia Dortmund, se prepara para enfrentar a los Rayados de Monterrey, en un partido que no es solo un duelo táctico, sino un reencuentro con una nación y una afición con las que el estratega tiene una historia peculiar y, por momentos, tensa.
Técnico del Borussia siempre pierde contra México
La memoria futbolística mexicana no olvida las palabras de Kovac previas al partido entre Croacia, a la que dirigía, y la Selección Mexicana en la fase de grupos del Mundial de Brasil 2014.

Con tono desafiante, el croata sentenció que “a México le temblarían las piernas” por la presión del encuentro; sin embargo, el destino le jugó una mala pasada: el Tri de Miguel Herrera se impuso contundentemente por 3-1, sellando el pase a octavos y dejando al descubierto la soberbia de Kovac en aquella ocasión.
Años después de aquel memorable encuentro, Kovac tuvo un acercamiento más directo con el talento mexicano durante su etapa al frente del Eintracht Frankfurt en la Bundesliga.
Ahí dirigió a dos figuras del Tri, Marco Fabián y Carlos Salcedo, si bien tuvo momentos de respaldo hacia ellos, también se documentaron episodios de frustración, como con la lesión de Salcedo jugando para la Selección Nacional.
Incluso, el padre de Marco Fabián llegó a sugerir que la poca participación de su hijo se debía a un posible “rencor” de Kovac por aquella derrota en el Mundial 2014, añadiendo un matiz personal a la relación del técnico con el fútbol mexicano.
Previo a esa ocasión, también en partido de Selecciones, en el año de 2002; México venció al equipo croata del cual Niko era parte como futbolista de campo.
Hoy, Kovac llega al Mundial de Clubes como el timonel de un gigante europeo como el Borussia Dortmund, consciente de la calidad del balompié azteca, el croata cambió su discurso.

Previo al duelo contra Rayados, reconoció públicamente la fortaleza y el buen planteamiento táctico del equipo regiomontano, mostrando un respeto que contrasta con sus declaraciones de hace más de una década.
El partido contra Monterrey no solo será una prueba deportiva en busca del ansiado título mundial, sino también un nuevo capítulo en la particular relación de Niko Kovac con México, donde las expectativas y los recuerdos se mezclan en la cancha.