Red Bull Racing inicia una nueva etapa, tras el sorpresivo despido de Christian Horner luego de 20 años como director de equipo.
La escudería nombró a Laurent Mekies como nuevo jefe de equipo y CEO, una movida que promete reconfigurar no solo la estrategia deportiva, sino también las relaciones internas en el equipo más mediático de la Fórmula 1.
¿Quién es Laurent Mekies?
Mekies, de 47 años, llega al cargo desde Racing Bulls (ex AlphaTauri), donde ejercía como CEO desde 2024.
Su trayectoria incluye puestos clave en Ferrari, Toro Rosso y la FIA, lo que lo convierte en un perfil técnico y diplomático con amplio conocimiento del paddock.
Graduado de la escuela de ingeniería de París y con un máster en Motorsport, Mekies comenzó en Arrows y Minardi, para luego ascender como jefe de rendimiento y más tarde director deportivo en Scuderia Ferrari, donde se ganó la reputación de ser un operador discreto pero eficiente.
En Red Bull, su rol será doble: jefe de equipo y CEO, lo que implica tanto la gestión deportiva como la dirección ejecutiva del equipo.
¿Qué puede cambiar en Red Bull?
La llegada de Mekies ocurre en un momento especialmente delicado:
• Red Bull ha perdido competitividad en 2025, cayendo al cuarto puesto en el campeonato.
• La relación entre Horner y Jos Verstappen estaba rota.
• La salida de Adrian Newey debilitó la estructura técnica.
Con este panorama, la gestión del vestuario será clave. Mekies deberá ganarse la confianza de Max Verstappen, quien habría tenido cláusulas contractuales ligadas a la presencia de Horner, y también fortalecer la relación con su segundo piloto Yuki Tsunoda.
Un estilo más diplomático, ¿la clave para Red Bull?
A diferencia del estilo frontal de Horner, Mekies es conocido por su perfil conciliador y técnico, con enfoque en la eficiencia operativa más que en la política interna. Eso podría favorecer una dinámica más equilibrada entre pilotos y dirección.
El tiempo dirá si Laurent Mekies es el líder que Red Bull necesita para reconstruir su hegemonía o si el equipo está entrando en una fase de transición más profunda de lo esperado.
