Los artistas con enanismo que tomaron parte en la fiesta de cumpleaños de Lamine Yamal, realizada el sábado en Barcelona, hicieron declaraciones y subrayaron que “solo cumplimos un trabajo profesional”. Detallaron que el pago fue legítimo y que su contratación no fue para ridiculización, sino para ofrecer entretenimiento profesional.
Resaltan que lo que buscan es respeto y que el problema real es la estigmatización del grupo, no su trabajo.
Declaraciones
“Nadie nos faltó al respeto, que nos dejen trabajr. Somos gente normal. Sabemos cuál es nuestro límite y nunca lo pasamos, no somos monos de feria”, expresó un integrante del evento de Lamine.
“Nosotros bailamos, damos chupitos, hacemos magia… hay muchos tipos de espectáculos. Durante años han intentado prohibir un trabajo que disfrutamos. ¿Es por nuestra condición?”, añadieron.
Declaraciones y exigencias
De acuerdo con lo señalado por MARCA, los artistas mencionaron que habían sido contratados a través de una agencia para realizar una labor de entretenimiento que incluyera vestuario y coreografía, sin ninguna intención de ofender. “Respetamos nuestra labor y exigimos que se nos trate con dignidad”, declararon. Sostienen que su actuación no tenía como fin provocar risa o burla y que es un trabajo digno, ayudando a aclarar la confusión pública que objectifica su situación.
Contexto legal y ético
La Asociación ADEE junto con el Gobierno de España presentaron una denuncia contra Yamal por violar la Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad (Real Decreto 1/2013, artículo 18). Esta ley prohíbe utilizar a personas con discapacidad para el entretenimiento con el fin de ridiculizarlas.
Frente a esta situación, los artistas señalan que su autonomía profesional y consentimiento informado deben ser considerados y que la demanda podría afectar negativamente su acceso al mercado laboral y los derechos que ya han obtenido.