Hulk Hogan murió este jueves en su hogar de Clearwater, Florida, tras sufrir un paro cardíaco, confirmaron fuentes cercanas y medios especializados como TMZ Sports. La leyenda de la lucha libre profesional fue trasladada por paramédicos durante la madrugada, pero lamentablemente no pudo sobrevivir.
El ícono de la WWE, cuyo nombre real era Terry Bollea, fue una pieza fundamental para llevar la lucha libre a la fama mundial. Durante las décadas de los 80 y 90, Hulk Hogan revolucionó el deporte con su carisma, físico imponente y frases icónicas como “Say your prayers and eat your vitamins” (Di tus oraciones y come tus vitaminas).
Hogan acumuló 12 campeonatos mundiales a lo largo de su carrera, ganó dos Royal Rumble consecutivos (1990 y 1991) y protagonizó combates históricos, entre ellos el enfrentamiento contra André the Giant en WrestleMania III, que reunió a más de 93,000 fanáticos en el Pontiac Silverdome.
En 1996, sorprendió a la afición al unirse al grupo Nuevo Orden Mundial (NWO), transformándose de héroe a villano y llevando la lucha libre a un nuevo nivel de popularidad.
Además de su carrera en el ring, Hulk Hogan tuvo incursiones en el cine y la televisión, participando en películas como Rocky III y protagonizando el reality show Hogan Knows Best, que lo consolidó como una figura emblemática más allá del deporte.
En semanas recientes, su esposa Sky desmintió rumores sobre su salud, asegurando que Hogan estaba fuerte y en recuperación tras varias cirugías, incluida una en el cuello.
La noticia de que Hulk Hogan murió deja un vacío en el mundo de la lucha libre y en los millones de fanáticos que vieron en él una inspiración y un símbolo del entretenimiento deportivo.