El ambiente mundialista poco a poco se respira, no solo con emoción por los enfrentamientos, sino también con nerviosismo por todos los trabajos que las sedes mexicanas realizan para llegar listos a la fecha marcada.
La sede de Guadalajara sorprendió con el anuncio oficial de la Federación Mexicana de Futbol y el Gobierno de Jalisco de que el próximo 14 de octubre de 2025, la Selección Nacional de México regresará a la perla tapatía para un partido amistoso contra Ecuador en el Estadio AKRON.
A primera vista, se trata de un duelo más de la Fecha FIFA, parte de la preparación de la Selección; sin embargo, para la ciudad tapatía, este evento tiene un significado mucho más profundo: es su primera gran prueba rumbo a la Copa del Mundo 2026.

La expectación es palpable, no solo por ver al Tri de vuelta en una de sus plazas más emblemáticas, sino porque este compromiso se convirtió en el laboratorio de pruebas para una sede que aspira a ser un anfitrión impecable.
Guadalajara no solo recibirá a la Selección azteca en un amistoso, sino que también será la casa del segundo y crucial partido de México en la fase de grupos del Mundial; como lo expresó Ivar Sisniega, presidente ejecutivo de la FMF, la conexión con este estadio es vital.
“Para la Selección es muy importante poder jugar en Guadalajara. Aquí va a ser un partido clave en la Copa del Mundo, que es el segundo partido, donde podremos definir en gran parte la clasificación a la siguiente ronda, por lo tanto, es de suma importancia tener esa conexión y conocer bien el estadio”, explicó.
De la cancha a la logística
El duelo contra Ecuador no solo pondrá a prueba el rendimiento deportivo del equipo mexicano, también servirá como un ensayo general para toda la infraestructura y la logística del Estadio AKRON.

Las autoridades no ocultaron que este partido será un termómetro para medir la capacidad de la ciudad de cara al gran evento global; como mencionó Amaury Vergara, presidente de Chivas; “Va a ser un gran examen, nos va a ayudar como ensayo y preparación para el Mundial, y tener a la Selección en casa es un gran honor y saber que vamos a hacerlo muy bien como sede”.
Esta preparación va más allá de lo visible, el Gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, destacó que este evento es una oportunidad para que la ciudad demuestre su capacidad de organización.
“Queremos que el Estadio Guadalajara sea la casa de la Selección Nacional Mexicana. Estamos listos para recibir los cuatro partidos mundialistas y lo que venga”, afirmó. Los detalles son minuciosos: desde la movilidad de los miles de aficionados, la seguridad en los alrededores del estadio y, por supuesto, la infraestructura interna del recinto.
En este sentido, el Estadio está experimentando una verdadera transformación, Amaury Vergara detalló con gran entusiasmo las adecuaciones que se están realizando para cumplir con los más altos estándares de la FIFA.
El césped del estadio, de calidad internacional, fue reforzado con tecnología de lámparas UV y, próximamente, recibirá un injerto híbrido de última generación, conocido como “stitching”, que la FIFA solicitó específicamente. “Estoy sorprendido con la calidad del pasto, es de primer mundo. Todavía falta la parte híbrida, que se instalará en marzo por petición de la FIFA”, detalló Vergara.
Además de las mejoras en el campo de juego, el recinto está siendo modificado para perfeccionar la experiencia de los aficionados; se están llevando a cabo “pequeñas demoliciones y adecuaciones” para mejorar los diferentes niveles de hospitalidades que exige el organismo internacional.
Es un proyecto que no solo busca la funcionalidad, sino también honrar un legado, Amaury Vergara recordó la visión de su padre, Jorge Vergara, al concebir un estadio que algún día albergaría una Copa del Mundo.
En este contexto, anunció la inauguración del Museo Jorge Vergara Jovem, que temporalmente cerrará durante el Mundial para ser utilizado como espacio de hospitalidad, reabriendo después con un programa especial para celebrar la participación de la ciudad en la justa.
Un rival de élite para afinar la estrategia de Aguirre
Desde la perspectiva deportiva, el partido contra Ecuador es una elección estratégica; Duilio Davino, director deportivo de la Selección Nacional Mayor Varonil, explicó que el técnico Javier Aguirre y su cuerpo técnico solicitaron un rival de alto calibre.
“Era importante tener un partido bueno, va a ser nuestro último partido de preparación aquí previo al Mundial. La petición de Javier Aguirre y su cuerpo técnico era el tener un partido aquí contra un rival duro como contra Ecuador, que marcha segundo en su eliminatoria”, expuso Davino.
Con solo 14 partidos de preparación restantes, cada encuentro es una oportunidad de oro para consolidar el trabajo del equipo.
Enfrentar a un rival de la calidad de Ecuador permitirá a la Selección medir su nivel competitivo, probar nuevas tácticas y fortalecer la cohesión del grupo en un ambiente que, aunque amistoso, tendrá la presión y la pasión de una afición que se prepara para ser mundialista.
La seriedad con la que se están tomando estos duelos es clave en la hoja de ruta hacia el 2026.
La emoción que rodea al evento no es solo logística o deportiva, también es histórica y emocional; como lo compartió Fernando Quirarte, exseleccionado en el Mundial de México 1986, vivir una Copa del Mundo en casa es una experiencia incomparable.
“Vivir por tercera ocasión el Mundial en México es volver a vivir la emoción, la alegría y la pasión del futbol. Es mostrar al mundo nuestra hospitalidad y calidez como mexicanos. Hay muchos que han vivido Mundiales en muchas partes del mundo, pero el vivirlo en México no se compara con nada”, expresó.
El partido se celebrará en el marco de las Fiestas de Octubre, lo que sin duda añadirá un ambiente festivo y cultural único a la experiencia deportiva.
En un momento en que el país se prepara para recibir al mundo en 2026, el duelo contra Ecuador se presenta como una oportunidad irrepetible para que Guadalajara demuestre que está lista para ser una sede a la altura de las expectativas globales.
El estadio, la logística y la afición se enfrentarán a su propia prueba, una antesala de lo que se vivirá cuando el balón ruede en el Mundial.