El apellido Cueva se convirtió en sinónimo de éxito en los clavados mexicanos y quedó demostrado; en una jornada que será recordada como un logro familiar para el deporte tricolor.
Las tres hermanas Cueva subieron al podio de los Juegos Panamericanos Junior de Asunción 2025, dejó una marca imborrable en la historia de la justa continental; lo que antes era un sueño, hoy es una realidad: una dinastía de clavadistas llegó para quedarse.
Las gemelas Mía y Lía Cueva, quienes ya habían hecho historia con su medalla de oro en la prueba de trampolín de tres metros sincronizados, volvieron a sorprender.

En la final de trampolín de un metro individual, la competencia fue un duelo de nervios y gracia; a pesar de la presión, Mía ejecutó una serie de saltos impecables que le valieron el segundo lugar y la medalla de plata, sumando un total de 267.95 puntos.
Por su parte, Lía, con la misma determinación y talento, se colgó la medalla de bronce al sumar 261.45 unidades, reafirmando que su proyección es más que prometedora.
Pero la historia de hoy no se detiene ahí; en una jornada de ensueño, su hermana mayor, Suri Cueva, también se subió al podio con la presea de plata en la prueba de plataforma 10 m sincronizado femenil; al lado de su compañera María José Sánchez. Este logro no solo es un triunfo personal, sino una prueba más del inmenso talento que corre en la familia Cueva.

Con estos resultados, las hermanas Cueva han contribuido de manera significativa al medallero de México. En total, Mia y Lia suman tres medallas cada una (un oro, una plata y un bronce por pareja, y las medallas individuales de hoy), mientras que Suri Cueva se lleva a casa una medalla de plata.
El desempeño de estas tres hermanas es una muestra de que el futuro de los clavados mexicanos es brillante, y que el trabajo en equipo, la perseverancia y el apoyo de la familia son clave para alcanzar el éxito en el deporte de alto rendimiento.