Sergio Checo Pérez confesó que volverá a la Fórmula 1 porque no podía dejar su historia escrita tal como la dejó en el último año que tuvo con Red Bull, que lo despidió por los malos resultados.
Sin embargo, el mexicano no ve su retorno al Gran circo como una revancha, pues considera que en este punto de su carrera ya demostró su fortaleza al volante.

Carga contra RB
En su gira de medios por Nueva York, el conductor azteca fue cuestionado sobre la actualidad que vive la escudería austriaca, asegurando que ni su salida pudo acabar con la crisis que vivía el equipo hace un año y dejó un raspón a Yuki Tsunoda y Liam Lawson, recordando que han conseguido muy pocos puntos.
“No solo son los pilotos actuales o los próximos que ocupen mi asiento, sino incluso antes de eso. Ahora todos se olvidan, pero ha sido un lugar muy complicado donde hay que adaptarse constantemente y construir confianza mentalmente. Es un desafío muy particular, así que no creo que tenga nada que demostrar cuando ves la cantidad de puntos que han sumado. Son como 7 puntos en toda la temporada”, dijo.
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Checo Pérez también reveló ante los medios de comunicación que este tiempo fuera de las pistas le permitió desconectarse y pensar qué era lo que realmente quería para su futuro, por lo que pudo pensar esta propuesta del equipo de General Motors sin presión alguna.
“En lugar de meterme en algo solo por seguir en la parrilla, necesitaba desconectarme un poco y entender qué quería realmente para la próxima etapa de mi carrera... Es un proyecto en sí mismo, no se trata de regresar con un equipo regular para pelear podios, carreras o puntos. Es todo un proyecto y la dinámica es diferente. Me di cuenta de que disfruto entrenar cuando antes lo odiaba, pero este tiempo fuera me hizo ver que realmente me gusta, así que me he mantenido en forma”, sentenció.