Fátima Neri, arquera mexicana medallista nacional e internacional, pasó de ser una promesa olímpica a luchar contra la posibilidad de perder su pierna izquierda, luego de un accidente ocurrido en las escaleras eléctricas de la estación Polanco de la Línea 7 del Metro de la Ciudad de México.
El 24 de octubre de 2023, Fátima se dirigía a su trabajo cuando las escaleras eléctricas de la estación Polanco cambiaron de sentido de manera repentina, provocando una caída masiva. Cerca de 20 personas se desplomaron una sobre otra. La arquera quedó atrapada y su rodilla izquierda resultó destrozada.
“Un minuto antes era una persona convencional; un minuto después me convertí en alguien con discapacidad”, relató en entrevista para el periodista Nacho Lozano.
Su pierna se doblaba como goma y un rescatista del Metro improvisó un torniquete y le acomodó el hueso con un palito de madera para morder.
De promesa olímpica a víctima del abandono institucional
Tras el accidente fue trasladada a un hospital privado, donde recibió la primera cirugía. Sin embargo, en lugar de mejorar, su condición empeoró.
Los estudios revelaban que sus ligamentos estaban fragmentados, pero su médico le decía que solo tenía “tendinitis”, negándose a realizar resonancias magnéticas.
Según la deportista, la aseguradora vinculada al Metro intentó deslindarse, mientras que el hospital minimizaba sus quejas.
Fátima pasó de ser una atleta de alto rendimiento con aspiraciones olímpicas a depender de un bastón para caminar.
Infección, dolor y riesgo de amputación
Un año después, con dolor crónico y la rodilla paralizada, acudió al IMSS, donde le confirmaron una infección severa que requería cirugía urgente.
Actualmente enfrenta un diagnóstico alarmante: si la infección alcanza el hueso, podría provocar gangrena y la amputación de la pierna.
“Mi sueño ya no es ir a los Juegos Olímpicos, mi sueño ahora es conservar mi pierna”, dijo Fátima en la entrevista.
Batalla legal contra el Metro
En marzo de 2025, la arquera presentó una demanda por responsabilidad patrimonial contra el Sistema de Transporte Colectivo Metro, acusando negligencia médica, abandono y la falta de reparación integral del daño.
Hasta ahora, las autoridades y la aseguradora han buscado “negociar”, pero sin resultados efectivos. La joven exige que el Metro se haga responsable y cubra la totalidad de sus gastos médicos.