Lentamente, el futbol femenil en México se ha ganado el respeto y gusto de los aficionados gracias a sus grandes proyectos y buen espectáculo que otorgan en los partidos; sin embargo, en sus inicios no era el caso y, por el contrario, la participación femenina era menospreciada y hasta acosada.
Este fue el caso de Ileana Dávila, primera entrenadora de Pumas Femenil, que hizo historia gracias a su perseverancia y pese a la aparición de grandes obstáculos. En una reciente entrevista con Oswaldo Alanís y Daniel Cessa para El Capitán Financiero, la estratega reveló el acoso que sufrió en sus inicios.
Refiriéndose a su tiempo de formación, Dávila confirmó que durante las duchas que debían tomar previo a sus actividades, le permitían bañarse primero al ser la única mujer, pero esto teniendo un propósito lamentable detrás.
“Me enteré por el Rambo (Sosa) que los bajaba porque hacían caballito para ver cómo me bañaba”, comentó dejando sorpresa.
¿Discriminación en Pumas?
Por su parte, la estratega también habló de su papel como pionera en la Liga MX Femenil. De acuerdo con sus declaraciones, luego de tener un paso como entrenadora en el futbol universitario, decidió acudir a Pumas en busca de una oportunidad como utilera, encontrándose con Rodrigo Ares de Parga, quien le dio una respuesta cuestionable.
“Se bota de la risa con un estilo de burla. Me dijo: ‘¡Estás loca!, ¿cómo crees? Pasa en ese momento Sergio Egea y le dice ‘ven, ven. ¿Cómo ves que esta señorita quiere ser utilera del equipo de hombres?’”, sentenció.
Posteriormente, se abrió la posibilidad de estar en inferiores y cuando se inició la Liga MX Femenil, Ares de Parga y Egea buscaban un exjugador, pero Adolfo Abded fue clave para darle su primera oportunidad en un banquillo de primera división marcando la historia del futbol nacional.