Sergio “Checo” Pérez cambió el rugido del motor por el eco del balón en una jornada llena de diversión y carisma. El piloto mexicano participó este jueves en el evento “De la Pista a la Cancha”, un partido amistoso celebrado en Plaza Carso, donde compartió cancha con celebridades del deporte y el espectáculo, en la antesala del Gran Premio de México de Fórmula 1.
El ambiente fue de fiesta desde el arranque. Cientos de aficionados se reunieron para ver al ídolo tapatío, que se enfundó en un uniforme de futbolista y mostró que también sabe dominar fuera del asfalto. Entre los participantes destacaron el ex portero Oswaldo Sánchez, la futbolista Rubí Soto, el mediocampista Santiago Trigos y otras figuras del entretenimiento como hijo de Octagón y el empresario Elías Ayub que se unieron para convivir y disfrutar de un encuentro relajado, lleno de risas y camaradería.
Checo fue, sin duda, la gran figura del día. Con su estilo competitivo y siempre sonriente, anotó tres goles, desatando la euforia de los asistentes. Uno de ellos llegó tras un potente disparo cruzado, mientras que los otros dos fueron fruto de jugadas colectivas que demostraron su instinto ofensivo y sentido de equipo. Sus celebraciones, con brazos alzados y una sonrisa franca, fueron un reflejo del buen ánimo que reinó durante todo el evento.
Más allá del resultado, la intención fue ofrecer un momento de cercanía y diversión para los fanáticos, en un espacio que unió al automovilismo con el futbol y la cultura popular mexicana. Checo, quien siempre ha reconocido su pasión por este deporte, se mostró relajado y accesible, firmando autógrafos, tomándose fotos y compartiendo con los presentes.
El amistoso “De la Pista a la Cancha” sirvió como el arranque perfecto para la fiesta del Gran Premio de México, que este fin de semana pondrá al país en el centro del automovilismo mundial. Y si algo dejó claro Checo Pérez, es que sin importar si se trata de curvas o de goles, su talento y carisma siempre logran conquistar al público.
