El Autódromo Hermanos Rodríguez fue testigo de un inicio agridulce para Patricio “Pato” O’Ward en el Gran Premio de México de Fórmula 1.
El piloto mexicano, quien cumplió con su rol de piloto de reserva para McLaren en la primera sesión de entrenamientos libres (PL1), debió ser atendido por el equipo médico tras la sesión debido a una intoxicación que le provocó serias molestias estomacales.
O’Ward, el único mexicano en pista para el evento de F1, demostró su compromiso al completar la sesión a bordo del monoplaza de Lando Norris a pesar de sentirse indispuesto; sin embargo, la intensidad del malestar obligó al equipo a tomar medidas drásticas.
Minutos después de bajarse del coche, la prioridad se centró en su salud.
La noticia se esparció rápidamente, confirmando que el regiomontano no la pasó nada bien en la primera vuelta del día. Su estado de salud obligó al equipo a trasladarlo para recibir atención médica especializada, lo que resultó en la cancelación de todos sus compromisos vespertinos con medios y patrocinadores, un hecho inusual para un piloto que siempre irradia energía y carisma frente a su público.
Afortunadamente, el susto fue breve. Horas después de su ingreso, el piloto regiomontano fue dado de alta, regresando a casa para continuar con su recuperación. Este giro en su salud acaparó la atención, pero Pato demostró que ni una hospitalización le quita su característico buen humor.
Tras el incidente, el piloto confirmó su salida del hospital y, en un tono jocoso y muy a su estilo, se refirió a su enfermedad con un término coloquial: “Me hizo falta un corcho”. Con esta declaración, O’Ward le restó drama a la situación, aludiendo de forma humorística a la severidad de su padecimiento estomacal, a la vez que ofrecía tranquilidad a sus miles de seguidores.
El talentoso piloto de IndyCar Series, que es uno de los más queridos por la afición mexicana, tenía un día repleto de actividades fuera del paddock para aprovechar su presencia en casa. No obstante, la recuperación completa se ha convertido en la prioridad inmediata antes de que retome sus responsabilidades, tanto en el programa de F1 como en sus futuros compromisos con IndyCar.
Las declaraciones posteriores a su participación, antes de que el malestar lo obligara a retirarse, reflejaban su alegría por estar en el asfalto. El mexicano había expresado su satisfacción con la participación: “Es una chulada subirse a un [coche de F1] aquí, donde difícilmente podré hacerlo”.
Los reportes más recientes indican que el equipo médico se encuentra monitoreando la situación, con la esperanza de que Pato pueda recuperarse pronto. Su gran oportunidad de demostrar su talento ante su gente en F1, aunque breve, se vio eclipsada por este inesperado revés de salud. Los aficionados envían sus mejores deseos para una pronta mejoría a su ídolo.

