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Manuel Lapuente se despide de la Liga MX, ¿Por qué es histórico y a qué equipos hizo campeón?

El técnico poblano dejó un legado imborrable en el futbol mexicano, con títulos, disciplina y una visión que marcó época

El futbol mexicano despide a uno de sus estrategas más emblemáticos. Manuel Lapuente Díaz, fallecido este 25 de octubre de 2025 a los 81 años, no solo fue un entrenador exitoso, sino un auténtico arquitecto de proyectos ganadores. Su nombre quedó grabado en la historia por haber conquistado títulos de Liga con tres clubes distintos: Puebla, Necaxa y América, además de darle a la Selección Mexicana uno de sus mayores logros internacionales.

Nacido en Puebla en 1944, Lapuente inició su trayectoria como delantero, pero fue en los banquillos donde alcanzó la gloria. Su primera gran hazaña llegó con Puebla FC, el club de su tierra natal. En la temporada 1982-83 llevó al equipo a su primer campeonato de liga, y años después, en la 1989-90, firmó una gesta histórica al conquistar el doblete de Liga y Copa, algo que muy pocos técnicos han logrado en el futbol mexicano. Para la afición poblana, su figura trascendió lo deportivo: fue símbolo de identidad y orgullo.

Su carácter fuerte y estilo metódico encontraron una nueva casa en los años 90 con el Necaxa, equipo con el que marcó una época dorada. Bajo su dirección, los Rayos obtuvieron un bicampeonato de Liga MX en las temporadas 1994-95 y 1995-96, con jugadores que aún son recordados como leyendas: Alex Aguinaga, Alberto García Aspe, Luis Hernández y Ricardo Peláez. Necaxa se convirtió entonces en sinónimo de orden, táctica y eficacia, valores que reflejaban la esencia de Lapuente.

El ciclo de títulos lo cerró en el Verano 2002, cuando llevó al Club América a levantar su noveno campeonato de liga, tras vencer precisamente a Necaxa en la final. Con ello, rompió una sequía de 13 años sin título para las Águilas, reafirmando su capacidad para construir equipos campeones sin importar el escudo o la generación de futbolistas.

En el plano internacional, su mayor logro llegó al frente de la Selección Mexicana, al conquistar la Copa FIFA Confederaciones 1999, venciendo 4-3 a Brasil en una final inolvidable en el Estadio Azteca. Ese título, conseguido con un equipo lleno de talento y convicción, consolidó su nombre entre los más grandes estrategas del país.

Manuel Lapuente fue, ante todo, un técnico de carácter. Exigente, apasionado y frontal, formó a generaciones de jugadores que hoy lo recuerdan con respeto y gratitud. Su legado no solo se mide en trofeos, sino en la transformación que imprimió al futbol mexicano, donde su huella táctica y su liderazgo seguirán siendo referencia.

Su partida deja un vacío enorme, pero también una historia que inspira. Porque si algo demostró Lapuente, es que el éxito se construye con trabajo, disciplina y convicción.

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