La colaboración entre Bad Bunny y Lionel Messi se convirtió en uno de los lanzamientos más esperados del año en los mundos del deporte, la música y la moda.
Ambas figuras —una estrella global del reguetón y el “GOAT” del futbol— se aliaron para crear una colección que trasciende el calzado y se convierte en un símbolo cultural.
La iniciativa reúne dos modelos emblemáticos de la marca: las zapatillas Gazelle y los tacos F50, ambos reinterpretados con un diseño que fusiona estilo de vida y rendimiento deportivo.
Por un lado, la Gazelle, favorita del reguetonero en sus colaboraciones de moda urbana; por el otro, los F50, botas que Messi llevó durante su carrera profesional; la combinación permite que la colección tenga tanto un carácter estético como un legado deportivo.
Los detalles de la colección reflejan el cuidado del diseño: suela dorada como homenaje a los múltiples Balones de Oro de Messi, una «X» en el talón en alusión a su número 10, y los nombres “Benito” y “Leo” firmando los laterales.
Las tonalidades mezclan beige clásico y azul heritage, mientras que las banderas de Puerto Rico y Argentina también aparecen como sello de identidad; Bad Bunny y Messi expresaron que la colaboración surgió de una admiración mutua: el artista puertorriqueño siempre ha reconocido la humildad y constancia de Messi, y el futbolista admitió que la música de Bad Bunny forma parte de su preparación previa a los partidos.
El lanzamiento se acompañó de una campaña visual emotiva donde ambos leen una carta conjunta en la que agradecen el apoyo de sus fans y reflexionan sobre la perseverancia necesaria para permanecer en la cima. En la carta destacan frases como: “Tuvimos suerte, mucha suerte. Cada año nacen millones de personas y como tú seguro que no volverá a nacer nadie”.
Este proyecto demuestra que las fronteras entre categoría deportivas, entretenimiento y moda se están difuminando. Bad Bunny y Messi no solo prestaron sus rostros, sino que participaron activamente en el diseño, asegurando que el producto final reflejara sus estilos de vida y valores. En sus propias palabras: “Queríamos asegurarnos de que el producto final no solo fuera auténtico, sino también algo que nosotros mismos usaríamos en nuestra vida diaria”.
La colaboración entre Bad Bunny y Lionel Messi marca un nuevo estándar en cómo las grandes figuras pueden trascender sus disciplinas.

