El baloncesto mundial lamenta la pérdida de una de sus figuras más importantes; la familia del legendario Lenny Wilkens confirmó su fallecimiento este domingo 9 de noviembre de 2025, a la edad de 88 años.
Wilkens, una voz con autoridad en las duelas, deja un vacío inmenso en la NBA, siendo una de las personalidades más condecoradas de la historia del deporte.
El legado de Lenny Wilkens no se mide en un solo puesto, sino en una tríada de logros que lo cimentan como una leyenda. Es una de las pocas personas en la historia en ser inducida al Naismith Memorial Basketball Hall of Fame en tres ocasiones distintas: como jugador (1989), como entrenador (1998) y como parte del cuerpo técnico del inigualable Dream Team de los Juegos Olímpicos de 1992.
¿Cuáles son los récords de Lenny Wilkens?
Como entrenador, Wilkens fue un arquitecto de equipos; su carrera abarcó un récord histórico de dos mil 487 partidos dirigidos y se retiró como el entrenador con más victorias en la historia de la liga, sumando mil 332 triunfos.
Su mayor hazaña en el banquillo fue liderar a los Seattle SuperSonics a su primer y único campeonato de la NBA en 1979, un logro que lo eternizó como el “padrino” del baloncesto en la región del Pacífico Noroeste.
Su excelencia fue validada nuevamente en 1994, cuando fue reconocido como el Entrenador del Año de la NBA mientras dirigía a los Atlanta Hawks; además, su sabiduría llevó al equipo de Estados Unidos a la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996.
Antes de su exitosa carrera como coach, Wilkens brilló en la duela, jugó 15 temporadas (1960-1975) como base, destacándose por su visión de juego y su capacidad de pase. Fue convocado nueve veces al All-Star Game y se alzó con el premio de MVP del All-Star Game en 1971.
Su impacto trasciende las estadísticas; en 2021, la NBA incluyó su nombre en la prestigiosa lista de los 75 Mejores Jugadores de la historia de la liga, y previamente, en la de los 15 mejores entrenadores, demostrando que su influencia se extendió a través de generaciones y roles.
La NBA perdió a una figura que personificaba la longevidad, la excelencia y la dedicación al deporte. El luto es unánime en todas las franquicias por las que pasó, recordándolo como un verdadero pionero que dejó una huella imborrable en el juego.

