La derrota de Carlos Sansores por la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de París 2024 dolió a todo México, que había puesto sus esperanzas en las patadas del experimentado atleta; sin embargo, no fue más que el preámbulo de una crisis en el Taekwondo de México que no hace más que profundizarse de cara al Grand Slam 2025 que se celebrará en la Riviera Nayarita.
El paraíso turístico elegido para la realización del Grand Slam de Taekwondo México 2025 (del 30 de noviembre al 3 de diciembre) es el centro de críticas y tensión por la crisis profunda que amenaza los resultados del deporte con más medallas olímpicas para el país.
Tanto la Federación Mexicana de Taekwondo (FMTKD), a cargo del profesor Raymundo González Pinedo, como la Asociación de Taekwondo de Nayarit, encabezada por Erick Villanueva, mejor conocido como Punto de Oro, promueven el evento de élite —en un hotel de cinco estrellas en uno de los destinos turísticos más caros del país—, mientras entrenadores, padres y líderes de la comunidad denuncian desvíos, favoritismos y un gobierno interno más orientado al negocio que al desarrollo deportivo.
Tras la derrota de Sansores en los Juegos Olímpicos de París, las miradas se concentraron en la crisis que atraviesa este deporte, que tuvo su época de gloria con Víctor Estada, Óscar e Iridia Salazar, Guillermo Pérez, pero sobre todo en la era de María del Rosario Espinoza por sus medallas de oro en Beijing 2008, de bronce en Londres 2012 y plata en Brasil 2016, pero ahora parece no repuntar.
El capítulo más reciente de la tormenta en este deporte comenzó en mayo de 2025, cuando se dio a conocer que World Taekwondo (WT) suspendía a la FMTKD por “problemas estatutarios y de gobernanza” tras un polémico proceso electoral en 2024.
En ese entonces surgieron una serie de informaciones cruzadas de que se detectaron irregularidades en la forma en que se convocó la asamblea para la reelección del presidente Raymundo González, lo que derivó en la imposición de una junta directiva interina bajo supervisión internacional, mientras que otras versiones hablaban solo de una pausa temporal.
Mientras tanto, la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) encabezada por Rommel Pacheco, se mantiene a la espera de la resolución, dada la independencia de la Federación para determinar sus estatutos internos.
De hecho, la FMTKD anunció que apelaría la sanción ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS); sin embargo, más allá del pulso institucional, lo que enciende los ánimos es la sensación de que los intereses del taekwondo mexicano no están centrados en los atletas.
Grand Slam en la Riviera Nayarita
En la recta final de 2025, la Federación promociona con entusiasmo el Grand Slam de Nayarit, en el que participarán los 10 mejores atletas de México por categoría, o los que puedan pagar el viaje a este paraíso turístico del Pacífico mexicano.
Mediante mensajes en redes promocionan el hotel Gran Cristal, Riviera Nayarita, que será la sede del mayor encuentro deportivo del año destacando la belleza del destino turístico, los servicios de bar en la alberca, un sky bar para adultos, noches espectaculares y las delicias que brindan los paquetes todo incluido del hotel sede.
En particular destacan los posteos promocionales que realiza el presidente de la Asociación de Taekwondo de Nayarit, Erick Villanueva, Punto de Oro, en los que presume hasta el frigobar de las habitaciones, pese a que el evento está organizado para deportistas que ni deben tomar alcohol ni mucho menos irse de fiesta por la noche.
Y así, esa postal contrasta con las voces críticas: entrenadores y padres acusan que el modelo de la Federación elevó en demasía los costos de competencia, con viajes y hospedaje, que solo las familias con recursos pueden sostener.
En un contexto donde muchos claman por apoyo institucional, la apuesta por un evento de alto perfil en un destino exclusivo se percibe como una prioridad comercial más que deportiva.
Dependiendo del estado de origen de los competidores, hay paquetes que rondan entre 10 mil a 25 mil pesos por atleta, esto luego de los diversos torneos a lo largo del año que implicaron desde pagos de fichas, viáticos y equipamiento, todo con tal de apoyar los sueños deportivos de los hijos, a costa incluso de la estabilidad económica de familias enteras.
En caso de que padres, hermanos, abuelos o tíos se sumen para ir a apoyar a su atleta, el gasto se multiplica fácilmente.
Pero así sea que acuda solo el atleta, esta decisión de llevar el mayor circuito deportivo a la Riviera Nayarita representa un gasto considerable, y muchas familias temen que, si no asisten, sus hijos se queden atrás en el circuito competitivo.
Denuncias y conflictos
Existen múltiples publicaciones en redes donde entrenadores, padres de familia y opositores a la actual administración de la Federación han denunciado un deterioro en la ética y gestión de la FMTKD.
Gaspar Patino Cayetano sentencia mediante un video que “el taekwondo mexicano no está en crisis por falta de talento. Está en crisis por la falta de dirección y ética”.
Asimismo, desde la página “Taekwondo Digno MEX”, el administrador manifiesta su hartazgo por lo que consideran una élite burocrática: señala que las competiciones nacionales se han vuelto cada vez más costosas y que, mientras tanto, los recursos no se distribuyen con transparencia.
Señala el caso del estado de Michoacán, donde la delegación acusa bloqueos directivos, bajo el mando de González, para asistir al Grand Slam.
Según la Unión Michoacana de Taekwondo, se les impidió llevar a entrenadores y jueces de su región a eventos nacionales, incluso cuando su asociación había sido originalmente designada para organizar el torneo, pero la sede fue reasignada sin su consentimiento.
Impacto deportivo
Pero no se trata solo de peleas en redes entre directivos, entrenadores, periodistas y padres de familia, como las declaraciones directas entre el presidente de la Asociación de Taekwondo de Chihuahua, Karim Hernández, con Punto de Oro, o con publicaciones como Prime TKD o Taekwondo México, sino de conflictos que se reflejan en el rendimiento de los atletas.
Mientras ellos pelean, en campeonatos mundiales que se celebraron recientemente, como el de Wuxi, China, México quedó en blanco en el medallero, lo que reavivó la preocupación por la falta de impulso al deporte para competir a nivel internacional.
Diversos documentos filtrados en redes dan cuenta de presupuestos millonarios a los directivos deportivos, lo que contrasta con la falta de resultados.
Para algunos exatletas y entrenadores (como Óscar Salazar), la suspensión a la Federación local por parte de WT representa una oportunidad para replantear la estructura federativa: “lo que teníamos se transformó en algo diferente: ahora era más importante castigar que promover la disciplina”, dijo Salazar a medios.
¿Negocio o deporte?
Por ahora la realización de un Grand Slam en Riviera Nayarit se proyecta como un paso ambicioso para profesionalizar el taekwondo mexicano; no obstante, críticos argumentan que la estrategia convierte al deporte en un producto de élite, un evento con costos elevados, logísticas complejas y una organización que, para muchos, termina beneficiando a los dirigentes más que a los atletas.
Mientras tanto, divisiones internas y decisiones federativas tienen al arte marcial en un tatami gris.

